La ruptura de una norma sanitaria en un conocido restaurante estatal cubano, llamado El Cochinito, especializado en la carne de cerdo, causó un severo repudio comercial y también político en el sector y los despidos de tres empleados, incluyendo dos meseros además de la remoción de tres directivos.
Las sanciones fueron generadas por la auxiliar de limpieza quien limpio una mesa del lugar con un “trapo de piso” (en Cuba, frazada de piso) que tal como señala su nombre es un utensilio dedicado a limpiar el suelo.
Una declaración conjunta de trabajadores y administradores del sector subrayó que “repudiamos estos hechos, ajenos a la ética y profesionalidad demostrada por años, con el empeño del gobierno y el esfuerzo realizado en la reparación y remodelación de las instalaciones y una vez más ratificamos el compromiso de fidelidad con nuestra Revolución y con el pueblo en brindar un servicio gastronómico de calidad”.
Tras cometer la infracción la auxiliar resultó defendida “in situ” por dos meseros o camareros que se burlaron de un cliente que llamó la atención por el hecho. Todo parece indicar que los directivos del negocio sancionados no reaccionaron ante la violación de la norma.
La prensa estatal local dijo que tal “bochornoso hecho violó los preceptos éticos de un servidor público”. Todo sucedió el pasado 28 de febrero en El Cochinito, un restaurante que fue emblemático en La Habana hacia los años 70 y 80 del siglo pasado.
Hace unos 30 años los restaurantes estatales disfrutaban de un gran prestigio con sus lugares especializados en diversas vertientes. Entre estos estuvo El Cochinito, dedicado a platos especializados y de alta cocina.
Cambios oficiales que comenzaron en 2008 dieron un impulso a negocios gastronómicos privados que ya se mencionaban por la población como “paladares” a partir de una telenovela brasileña en boga por entonces.
En 2012 se reabrieron en Cuba las entregas de licencias a “cuentapropistas”. Según analistas del sector a partir del éxito de esos negocios la afluencia a los estatales del mismo perfil decayó.
Actualmente las autoridades nacionales han dado un impulso a las empresas pequeñas entre las cuales están los negocios gastronómicos, aunque al mismo tiempo ha llamado al sector estatal a mantener “altos niveles” de atención a los clientes.
La violación sanitaria en “El Cochinito” uno de los restaurantes estatales emblemático por años levantó reacciones comerciales, laborales y políticas en las autoridades.
“Presidido por el Gobierno y el ministerio de Comercio Interior, se desarrolló un análisis con todos los Directores de Unidades Empresariales de Base y los Administradores de los restaurantes de la Empresa teniendo en cuenta la gravedad del hecho, sirviendo de ejemplo para hacer un llamado a todos los colectivos de trabajadores para evitar que estos y otros actos denigrantes resquebrajen el prestigio de la gastronomía”, estimó una nota en la prensa local.
Además el día 10 último, tras el incidente, “se discutió el incidente como caso de estudio, haciendo el llamado de como a partir del actuar de cada trabajador se ratifica el cumplimiento del manual de conducta ética y profesional”.