Jorge Pérez es uno de esos cubanos que ha logrado dejar su huella en Miami. Este magnate de la construcción, con su firma Related Group, ha llegado a ocupar en varias ocasiones el podio de la mayor empresa de propiedad latina en Estados Unidos y, con una fortuna valorada en más de $3.000 millones, es uno de los inmigrantes más prósperos de Estados Unidos.
Se estima que, con su trabajo frente a un conglomerado especializado en la edificación de torres de apartamentos de lujo, Jorge y su empresa han construido cerca de 80.000 viviendas en la ciudad, al punto que Wall Street Journal lo llama el “Rey de los Condominios” de Miami.
Su nombre se encuentra en la fachada del Museo de Arte de Miami, ya que esta institución se llama oficialmente «Museo de Arte Jorge M. Pérez», puesto que el empresario donó 40 millones para su construcción.
Pérez no tiene duda del papel que los cubanos han jugado en la prosperidad de su ciudad adoptiva a partir de la década de 1960, cuando empezaron a llegar tras de la Revolución cubana en 1959.
Miami por aquel entonces era un sitio más bien desolado, con una economía sustentada mayormente en el turismo. Los cubanos fueron los pequeños empresarios que impulsaron el crecimiento de la ciudad. Antes de 1960, Miami era un sitio suburbano donde venían los jubilados a pasar los últimos años de su vida. Gracias a la migración cubana, en buena parte, Miami se volvió una gran ciudad y se está convirtiendo en uno de los centros urbanos más destacados del mundo.
Jorge Pérez, de padres cubanos, nació en Argentina en 1949. Durante su juventud permaneció varios años en Bogotá, adonde sus padres emigraron luego de la llegada de Fidel Castro al poder.
Llega a Miami en 1968, en un primer momento con la intención de cursar estudios universitarios. En 1976 comienza a trabajar en el departamento de planeación del gobierno de la ciudad.
Más tarde prueba fortuna en la construcción de viviendas de bajos ingresos en la Pequeña Habana y otros barrios de clase trabajadora en Miami.
Y de ahí pasó a las grandes ligas. En 1979 fundó la firma Related Group. Inicialmente se enriqueció con la construcción de apartamentos de alquiler, luego se hizo más rico como el constructor más ocupado del país de torres de condominios de lujo.
Dejó su mayor marca en el centro de Miami, donde, a partir de 2002, construyó una docena de edificios altos con un total de 5.500 unidades de condominio.
La revista estadounidense Forbes calcula su fortuna a mediados de 2016 en US$3.400 millones. Está entre los 500 hombres más ricos del mundo.