La Guardia Costera de Estados Unidos repatrió este 12 de marzo a 74 balseros cubanos que intentaban llegar a las costas de ese país huyendo de la crisis en Cuba.
Los cubanos fueron detectados en cuatro interdicciones por parte de agentes de esa agencia gubernamental: una el miércoles y tres el jueves.
Las embarcaciones donde viajaban los migrantes fueron vistas a 15 y 20 millas al sur de Key West, 25 al oeste de Cay Sal (Bahamas, y a 45 al sur de Duck Key.
A decir del Capitán Shawn Koch, oficial al mando de la Estación Aérea de la Guardia Costera “Las tripulaciones de la Guardia Costera y nuestros socios patrullan los Estrechos de Florida, los Pasajes de Barlovento y Mona, manteniendo una presencia activa con activos aéreos y marítimos; trabajando juntos, nuestras tripulaciones ayudan a evitar que las personas pierdan la vida, sacándolas de estos viajes inseguros».
A su vez, un grupo de 17 inmigrantes cubanos fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza después de tocar tierra en la zona de los Cayos de Florida en una embarcación artesanal con vela y motor, informaron este sábado las autoridades federales.
El agente Walter N. Slosar, jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de Miami, dijo en Twitter que durante el actual año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, los oficiales de esa agencia han respondido a más de 60 eventos de contrabando marítimo, que han tocado tierra en Florida.
A comienzos de esta semana otros tres balseros cubanos fueron detenidos al arribar en una embarcación rústica a Isla Mujeres, en el estado mexicano de Quintana Roo. La prensa local los identificó como Raidel G. (26 años), profesor de computación; Osmel C. (28 años), pescador; y Rosniel R. (26 años), ayudante pesquero.
La desaparición de la política «Pies Secos, Pies Mojados» implica que estos cubanos tienen altas probabilidades de ser devueltos a la Isla, pese a haber tocado tierra en territorio estadounidense.
Aunque la política que beneficiaba a los balseros cubanos que llegaban a las costas de Estados Unidos fue eliminada por el ex presidente Barack Obama en 2016, cientos de cubanos siguen probando suerte en el mar, a pesar del riesgo de morir o de ser repatriados.