Las diferencias entre la gripe y el resfriado es algo que les preocupa a no pocas personas. Para un cubano, el explicar quién tiene una o la otra es algo bastante complicado, ya que a todos los virus que causan tos, malestar general, falta de apetito y fiebre les decimos catarro.
Entre los catarros hay algunos más violentos que otros y de acuerdo a los síntomas se le pone un nombre para identificarlos. Si tienes dudas puedes consultar la lista que a continuación te compartimos.
Los noveleros:
En muchas ocasiones los catarros cubanos reciben el nombre del villano de turno de la telenovela. La gente suele recordar un montón de ellos, especialmente si son mujeres.
“Tengo el cuerpo corta’o por culpa de Nazaré”; “¡No me digas nada, ando con Fátima!”; “Desde que estás con Isabella no sales de la cama”, son solo algunas de las maneras en que los cubanos hemos llamado a los catarros haciendo alusión a personajes de las telenovelas brasileñas.
Los cómicos:
Entre los nombres que nacen de la picardía popular para nombrar a los catarros se destaca el 111. Ya que este catarro empieza con uno, sigue con uno y termina con uno.
También está el Cariñoso. Este tipo de catarros suele ser como uno de esos amores pegajosos que, aun dejándolo en visto en Whatsapp te sigue escribiendo y no te suelta.
Uno de los nombres más famoso que ha sido otorgado a los catarros es Elvira, ya que este suele dejarte tirado en la cama por tres días y cuando se piensa que ya se venció…” él vira”.
También están las formas jocosas de referirse a personas acatarradas. Entre ellas se escucha mucho decir “asere estás podrío”; “Papo (o mama) cuídate los pies porque los pulmones ya los perdiste” y uno de los más sonados… “Oye, te cogió es que anda”, como mismo dice uno de los populares estribillos de los Van Van.
Aunque en este artículo abordemos el tema de forma jocosa, como hacemos los cubanos con casi todo, lo cierto es que cada año la gripe causa más de 250.000 muertes. Por ello, sobre todo ahora en tiempos de coronavirus, es importante cuidarse mucho para que no nos coja “eso que anda”.
