Edificio Bacardí en La Habana, máximo exponente de la arquitectura art decó en Cuba

Redacción

El edificio Bacardí se construyó en el año 1930 y, como quizás pueda deducirse, fue un encargo de la familia propietaria de la famosa marca de ron. Se encuentra emplazado en la Avenida de Bélgica No. 261 entre Empedrado y San Juan de Dios, en la zona antigua de la ciudad.

Desde su inauguración y hasta el año 1959 el inmueble albergó la sede de las oficinas centrales de la destilería Bacardí en la isla. No obstante, con la llegada de Fidel Castro al poder, la familia Bacardí abandonó el país y el majestuoso edificio fue nacionalizado como muchos otros, pero siempre mantuvo el nombre con el que se inauguró.

Para la construcción de esta joya arquitectónica de la época, sus promotores convocaron un concurso (ofreciendo 1000 pesos al ganador) en el que logró imponerse un equipo de arquitectos compuesto por Esteban Rodríguez Castells, Rafael Fernández Ruenes y José Menéndez Menéndez.

Edificio Bacardí

La estructura del edificio es de acero y hormigón. Pero no solo esa forma ascendente anima el edificio, también su peculiar cromatismo que combina los azulejos, con el granito, la caliza, ladrillo o los elementos en terracota.

Su forma la conforman el cuerpo central que se va escalonando en su ascensión hasta llegar a la torre con cubierta a cuatro aguas que lo identifica, donde se ubicó el murciélago en bronce, símbolo de la empresa Bacardí, sustentado por un poliedro de vidrio con armadura de metal que se ilumina desde dentro en las noches.

Uno de los datos curiosos de este edificio es que posee mármol y granito de casi todas las naciones de Europa, pues contiene material procedente de Alemania, Suecia, Noruega, Italia, Francia, Bélgica y Hungría.

El salón de entrada se decoró exteriormente con mármol de color rojo vino, ejemplificando el color de las mieles roneras. En los pisos superiores se utilizó loseta de gres cerámico de color amarillo brillante, representando a los rones blanco-dorados que fueron los que contribuyeron a la fama mundial de los rones Bacardí.

En la actualidad está ocupado por oficinas de firmas nacionales y extranjeras, y en su mezanine se encuentra un bar restaurante abierto al público. Los visitantes pueden subir a la vistosa torre por tan solo 1 CUC y disfrutar de las magníficas vistas panorámicas de La Habana.