La administración del presidente Joe Biden advirtió hace unas horas que aunque ya llegaron los diplomáticos que reforzarán el personal disponible en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, aún no se tiene un cronograma preciso para la reanudación servicios consulares en Cuba.
Emily Mendrala, subsecretaria de Estado Adjunta en el Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental, aseguró que “en los próximos meses” llegarán a La Habana más diplomáticos para comenzar los procesos de entrega de visas de inmigrante, pero no definió fechas para el comienzo de los trámites.
En conferencia de prensa con medios de Miami, Mendrala reiteró que en la sede diplomática se comenzará a ofrecer un “servicio limitado de procesamiento de visas” de emigrante para los cubanos con familiares en EEUU, las que se “tramitarán tan pronto como sea posible”.
“Por el momento no tenemos ningún anuncio acerca de otro tipo de visas, pero el compromiso es ir aumentando la capacidad en La Habana para ir restableciendo los servicios consulares”, dijo.
Se trata de “un primer paso” de esta administración, de acuerdo a la funcionaria.
De acuerdo con la funcionaria, el anuncio de la pasada semana “forma parte del objetivo más amplio del presidente de expandir los servicios de la Embajada para facilitar la labor diplomática y la interacción con el pueblo y sociedad civil, así como los servicio consulares”.
No obstante, subrayó, la Embajada de EEUU en Georgetown, Guyana, “seguirá siendo el principal lugar de procesamiento para los cubanos” de visados a EEUU, como ha venido siendo hasta hoy.
Indicó que la política de Washington hacia Cuba “se enfoca principalmente en brindar apoyo al pueblo cubano, lo cual incluye su bienestar político y económico y sus derechos humanos”, mientras “nos pronunciamos en contra de la represión y por la rendición de cuenta de funcionarios del Gobierno involucrados en abusos”.
Como otros altos cargos de la administración Biden, Mendrala dijo que el Departamento de Estado se seguiría pronunciando “en contra de la represión y por la rendición de cuenta de funcionarios del Gobierno involucrados en abusos”.
Más de 100,000 familias cubanas han experimentado algún tipo de ralentización o han visto detenidos sus trámites migratorios tras la reducción en un 60 por ciento del personal diplomático en la Embajada de Estados Unidos en La Habana tras los llamados incidentes acústicos hace cinco años.