Juan Escalona, el fiscal del juicio de Ochoa que terminó relegado al ostracismo

Redacción

El General de Brigada de la Reserva, y ex Fiscal General de la República de Cuba, Juan Escalona Reguera murió a los 87 años de edad, debido a una bronconeumonia que se terminó por complicar mientras permanecía ingresado en un centro de atención para oficiales retirados.

Escalona era sumamente conocido por la generación de cubanos que vivió el proceso de las conocidas causas 1/89 y 1/90, donde fueron procesados los generales Arnaldo Ochoa Fuentes – que terminó fusilado junto a otros tres militares cubanos de alto rango tras ser encontrados culpables en un juicio por narcotráfico y traición a la patria- y José Abrantes, en su momento Ministro del Interior cubano.

Dirigente histórico de la Revolución, era conocida su amistad con Raúl Castro y su colaboración durante la lucha clandestina con Frank País.

Además de militar era abogado de profesión. Ocupó importantes cargos dentro del Gobierno de Fidel Castro, entre los que destacan los de Ministro de Justicia (1983-1990) y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (1990-1993).

Por más de 20 años se desempeñó como Fiscal General de la República, hasta que en 2010, y con una breve nota de prensa, fue informada su liberación de la responsabilidad alegando problemas de salud.

Nació en Santiago de Cuba el 22 de junio de 1931 y con 26 años se integró a las guerrillas que estaban alzadas en la Sierra Maestra, quedando bajo el mando de columna II Frente Oriental ‘Frank País’, la cual era comandada por Raúl Castro.

En el año 1959, tras el triunfo revolucionario, ejerció como ayudante de Raúl en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y promovido luego a Jefe del Estado Mayor del Ejercito Occidental.

Fue el principal redactor de la Ley del Servicio Militar Obligatorio, la cual creó con asesoramiento de militares soviéticos, y fundador de los conocidos “comités militares” que se ubican en todos los municipios del país.

Durante la conocida guerra de Angola asumió el mando del Estado Mayor General desde Cuba, en sustitución del General Rogelio Acevedo.

En el año 1987 fue ubicado al frente del grupo de trabajo al que se le encargó elaborar el nuevo Código Penal cubano, desde donde contribuyo a la elaboración de las leyes que hoy rigen a los tribunales, notarias, registros civiles, el Código Civil y el Decreto Ley 87, que rige todo procedimiento de revisión contra las sentencias firmes de los tribunales.

Pero quizás su tarea más importante dentro de la Revolución fue ser Fiscal de la Causa 1, el juicio más conocido celebrado en Cuba y que terminó con el fusilamiento de Arnaldo Ochoa, un General de amplia trayectoria militar que fue acusado de alta traición y asociación con el narcotráfico, además también llevó la Causa 2, en la que fue enjuiciado el Ministro del Interior José Abrantes.

Al ser entrevistado varios años después sobre como enfrentó en su momento estos procesos judiciales, que en esos años pusieron a Cuba bajo el foco de todos los medios de prensa del mundo, aseguró que no causa ninguna satisfacción cumplir esa misión dada por la Revolución pues le resultó muy difícil juzgar a sus antiguos compañeros de lucha.

Luego de ser liberado de su cargo de Fiscal General de la República de Cuba en el año 2010 fue relegado a una especie de ostracismo publico que levantó una lista extensa de rumores que lo vinculaban desde una posible traición hasta tramas de una corrupción millonaria, pero nunca se comprobó ninguno de ellos.