Roberto Jorge Sánchez es un emprendedor cubano que, tras la ampliación a la cobertura del trabajo por cuenta propia, se dio a la tarea de montar dos pequeñas fábricas para tratar agua en la ciudad de Ciego de Ávila y ahora cuenta con un próspero negocio en el que comercializa más de 800 litros diariamente.
La más grande de sus dos fábricas utiliza tecnología adquirida en México, se llama Casa del Agua y vende a 2.00 CUP el litro. Además, ofrece el servicio adicional de esterilizar el envase por 1.00 CUP extra y también tiene en venta bolsas de hielo a 6.00 CUP.
Sánchez, quien es Máster en Ciencias Mecánicas, asegura que su agua quizás no sea la mejor, pero definitivamente es de otro tipo.
“El agua que se distribuye en Ciego de Ávila por supuesto que es potable, pero al ser extraída del manto freático posee un alto contenido de calcio y magnesio, lo cual a la larga trae complicaciones en las personas”, comenta.
Aunque cuenta con el autorizo emitido por el CITMA y un certificado de calidad del centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, su idea fue bastante compleja de poder llevar a cabo. En Cuba, ese tipo de negocios son jurídicamente complicados, por lo que tuvo que optar por una licencia de vendedor-elaborador de alimentos ligeros, que, en realidad era lo que más se ajustaba a lo poco que hace.
A este emprendedor cubano no lo deslumbra el dinero, de hecho, tiene organizado un sistema para entregar su producto de forma gratuita a los hogares maternos, laboratorios de Higiene y Epidemiología y a los bancos de sangre.
Todo, a pesar de que paga hasta la última gota del agua que trata en su negocio, pues la empresa de Acueducto y Alcantarillado colocó un metrocontador a la entrada de la cisterna donde acumula el agua para su negocio.
Su novedoso negocio cuenta con bastante aceptación en la provincia y siempre hay una cola en las afueras. Los avileños, aseguran que prefieren comprar el agua tratada porque la que viene por el acueducto muchas veces viene sucia.
Entre los servicios que ofrece esta Casa del Agua se encuentra la venta de agua ozonizada, magnetizada, purificada y destilada, ya que cuenta con todo el equipamiento necesario para realizar todas estas variantes sin necesidad de utilizar ningún tipo de aditivos químicos.
Otro punto a favor de este pequeño negocio es la facilidad para adquirir los productos, ya que este puede solicitarse de la manera tradicional a los empleados, o hacer uso de un sistema automático que se encuentra a la entrada y que permite que se ingrese el dinero para que dispense el preciado líquido.
Para Sánchez, resulta de vital importancia que sus clientes conozcan sobre el proceso de elaboración del agua que compran en su pequeño negocio. Por esto, distribuyen impresos a los interesados y además cuenta con varios murales informativos en los que se explica al detalle el funcionamiento del sistema y la comparación de las propiedades de “su agua” con algunas marcas reconocidas como es el caso de Ciego Montero.
De momento, ya no son pocos los médicos de la provincia que recomiendan a algunos de sus pacientes que compren el agua de Sánchez, que es igual de buena que la que se vende estatalmente en envases sellados Ciego Montero, pero mucho más asequible al bolsillo de los cubanos para el consumo diario.