En tiempos de coronavirus, las motos eléctricas en Cuba se han convertido en uno de los medios de transporte que más problemas resuelve a los isleños. La falta de combustible y la cancelación o limitación del transporte público, han convertido a las motos y hasta bicicletas en la única vía de escape ante la actual crisis.
Debido a la alta demanda que tiene la reparación y ajustes a estas motorinas eléctricas, a lo largo del país han abierto gran cantidad de talleres particulares dedicados única y exclusivamente a estas.
Un indicador para para medir el buen desempeño de estos talleres y la eficiencia o no de sus mecánicos son las carreras. Los talleres ganan clientela y fama si las motorinas que modifican resultan ganadoras de estas justas clandestinas en las carreteras cubanas.
De acuerdo a las regulaciones vigentes, las llamadas motorinas no pueden exceder los 1000 watt de potencia ni alcanzar más de cincuenta kilómetros por hora. Sin embargo, en los talleres se alteran para que puedan alcanzar el triple de este tope de velocidad en apenas pocos segundos.
Los mecánicos miden sus conocimientos en estas competencias y ganan cada vez más reputación con cada victoria de sus “creaciones” en las carreras. El ganador siempre se lleva el mayor número de clientes al taller que le sirve
Las modificaciones realizadas son generalmente un secreto muy bien guardado, para que ningún otro mecánico pueda copiar los “inventos”.
Los principales cambios que se realizan son en los imanes del motor, sustituyendo las baterías, agregando un mayor voltaje o cambiando las cajas reguladoras por otras más potentes, entre otras cosas que ningún mecánico revela porque son secretos de profesión y de eso dependen los resultados.
En las carreras, los apostadores se juegan lo mismo dinero en efectivo que el propio vehículo en el que corren.
Estas modificaciones que se realizan para alcanzar velocidades superiores a los 120 km/h ponen en riesgo la vida de quienes conducen estas motorinas. Las motos eléctricas no están diseñadas para correr a esas velocidades. No tienen la estabilidad ni el peso necesarios. También se han dado muchos casos de incendios y explosiones de las baterías.
Se han dado no pocos casos de accidentes, incendios o hasta explosiones de las baterías. No obstante, se siguen concertando estos enfrentamientos en tramos de autopistas que son pocos vigilados por la policía y son las redes sociales el principal medio en el que se organizan estos eventos.