Luego de haber sido buscado por al menos tres agencias federales por considerarse un delincuente internacional, el cubano Aníbal Mustelier, mejor conocido como “El Fantasma” por su capacidad de desaparecer, tuvo en el mundo del crimen su fama y esplendor, y su decadencia y caída.
Según se dice, este cubano de 69 años, que fue buscado durante más de dos décadas por agencias federales de Estados Unidos, se “destacó” por cometer robos en bancos, extorsiones, haber servido como sicario a Fidel Castro y por ser el peor del Cartel de Medellín en Miami durante la llamada época de los Cocaine Cowboys.
En 2017 es arrestado por cargos relacionados a dos robos exitosos y uno fallido en joyerías de Hialeah, el ghetto cubano del Gran Miami donde al parecer se sentía seguro bajo un alias común (Francisco Rodríguez).
Por estos delitos, un juez federal los encontró culpables a él, y a sus secuaces José Pineda de 28 años y Yamile Díaz, de 29.
Los atracadores habían salido airosos durante los robos en las joyerías Luany y Ariel, utilizando en ambos casos el mismo modus operandi: entraban a través del local contiguo.
En el tercero de los intentos las cosas no salieron como lo planearon, ya que se encontraron en la pared con una tubería eléctrica incómoda y cuando se dispusieron a abandonar el lugar alguien los vio.
A “El Fantasma”, como le apodaban por su capacidad para desaparecer, en los últimos años le había dado por alardear demasiado.
“Era jactancioso y le gustaba hablar mucho de sus crímenes”, contó entonces la Policía de Hialeah después de su captura. Fue detenido en agosto de 2016 después que un informante grabara conversaciones de los sospechosos, y los investigadores descubrieran que lo que tenían entre manos era “un pescado grande”.
Entre los organismos federales que buscaban a Mustelier se encontraba el buró de Alcohol Tabaco y Armas (Conspiración para cometer asesinato, 1989); el cuerpo de Alguaciles de EE.UU (Extorsión, 1995), y la Oficina Federal de Investigaciones (Robo de banco, 1996).
Las autoridades sospechaban que durante todo el tiempo que permaneció huyendo de la justicia, “El Fantasma” había estado cometiendo numerosos asaltos a bancos.
Mustelier era sospechoso además de encontrarse detrás de uno de los robos más grandes que ha presenciado Florida, el cual tuvo lugar en 1996. Se trataba de unas joyas valoradas en unos 5 millones de dólares que desaparecieron de la caja fuerte de un banco en Brickell, distrito centro de Miami.
La policía pensaba que, tras haber dado este golpe, “El Fantasma” se había marchado a Cuba o Venezuela. Sin embargo, con el paso del tiempo comenzaron a considerar cada vez más posible que pudo haber estado escondiéndose en el mismo Miami, ocultando su verdadera identidad con distintos alias.
La conspiración para cometer asesinato tiene que ver con dos intentos de quitarle la vida a una persona, uno al descargar una ráfaga de ametralladora y el otro con una bomba plantada cerca del auto del empresario y ex invasor de Bahía de Cochinos Francisco Condom-Gil, quien había sido arrestado antes por narcotráfico.
Actualmente, quien se interese saber por su paradero quizás deba buscar su nombre en el Localizador de la Oficina Federal de Prisiones, ya que recibió una condena en un tribunal federal, de nada más y nada menos que 52 años de cárcel.
