Si algún trabajador de cualquier lugar del mundo se le pregunta si estaría dispuesto a trabajar 8 horas al día, de lunes a viernes, durante un mes para poder cobrar un salario de 28 dólares de seguro creerá que se trata de una broma. Sin embargo, en la Cuba de hoy es de todo menos gracioso pues es el salario promedio de un trabajador estatal.
En el año 1958 la mayor de las Antillas tenia el tercer sueldo más alto de América y el octavo de todo el mundo.
Antes del triunfo de la Revolución los trabajadores industriales podían ganar un salario promedio de seis dólares diarios, como consta en las estadísticas del año 1958 de la Organización Internacional del Trabajo de la ONU.
Esto se traduce en que el salario promedio de un obrero cubano que laborara en una industria era de
aproximadamente 130 dólares mensuales. A su vez un obrero agrícola ganaba la mitad, unos 65 dólares mensuales.
Hay que recordar que en esos años el dólar estaba a la par del peso cubano, uno por uno, y era convertible al momento.
Además un dólar del año 1958 equivaldría a 8.68 dólares en la actualidad por lo que su valor de compra era nueve veces más alto que el dólar de hoy.
Por esta simple cuenta se concluye que un abuelo obrero cubano, de los que era “explotado” por la burguesía ganaba 1128 dólares mensuales al valor actual.
Pero según las datos revelado por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, un obrero en la Cuba socialista de hoy gana uno 670 pesos cubanos (27.92 dólares).
Pero no solo la marcada diferencia está en el salario sino que el poder adquisitivo en la relación salario-precio vigente en la nación caribeña hoy es infinitamente inferior al de ese entonces.
Los precios en Cuba en el año 1958, según los datos recogidos en el Anuario Económico/Político/Social de esa época indican que un litro de leche costaba 20 centavos, una libra de bistec de res unos 75 centavos, una bolsa de arroz Uncle Ben de 14 onzas 19 centavos, un galón de gasolina 24 centavos y un pan de molde 19 centavos.
Ni que decir por ejemplo de un automóvil Ford con la configuración básica, que costaba en ese año en concesionario de La Habana 1967 dólares y un viaje en crucero de la capital cubana a Miami tenia un precio de 42 dólares por persona.
El contraste con la Cuba de hoy parece de ciencia ficción. En una tienda estatal un kilogramo de carne de res de segunda calidad tiene un precio de 5.20 dólares, un litro de leche 1.20 dólares, un galón de gasolina regular 5 dólares y un automóvil Peugeot, comprado en un concesionario de segunda mano, las astronómica cifra de 263.185 dólares.
La pregunta es obvia: ¿Para qué ha servido la “revolución socialista” a los cubanos si hoy un tienen un nivel de vida mucho más bajo que seis décadas atrás?
Y repetirlo por doquier: el abuelo trabajador cubano en 1958 ganaba 1.128 dólares de 2018, exactamente 40 veces más que su nieto trabajador “revolucionario”.
