Las fondas… cuando se podía comer bueno, abundante y barato en La Habana

Redacción

Las fondas... cuando se podía comer bueno, abundante y barato en La Habana

El concepto de fonda en Cuba es similar al de otros países como México y España: un lugar modesto en el que se sirven comidas típicas a precios económicos y con un sabor como si estuviesen preparadas en casa.

Quizás uno de los mejores ejemplos fue el de la Bodeguita del Medio durante sus inicios. En este icónico establecimiento cubano, se podía comer comida criolla a un precio módico y fue muy popular entre aquellos que, debido a sus extensas jornadas laborales, les era primordial resolver el tema de la alimentación al menor precio posible.

Entre los platos que se servían se encontraba el picadillo a la habanera, carne asada, pollo, cerdo, res, pescado frito, huevos, potajes, arroces amarillos, viandas, ensaladas, así como los demandados caldo gallego y fabada asturiana, incluyendo la pata y panza que tanto gustaban.

La abundancia de los platos servidos en las fondas era prominente

Una de las ofertas más demandadas era la llamada “Completa”, la cual combinaba varios platos por un precio fijo, pero bastante asequible. Quienes no podían permitirse este gasto, tenían la opción de al menos disfrutar de un buen sopón que les calmara el hambre.

Por su rango era considerada algo por encima de los negocios de alimentos de los chinos y bastante por debajo del más sencillo de los restaurantes.

Para los transeúntes era común, además de poder percibir los llamativos olores de sus platos fundamentales, apreciar el humilde mobiliario y sobre sus mesas alcanzar a ver sus sencillos manteles, donde no faltaban saleros, azucareras, aceiteras y vinagreras.

Las fondas en Cuba tuvieron su origen desde los primeros tiempos de la colonización. Los primeros establecimientos de este tipo eran regentados por los chinos, luego vinieron las fondas españolas que derivaron en las criollas.

Quizás la más famosa de las fondas cubanas llegó a ser La Bodeguita del Medio

La razón de ser de las fondas era satisfacer la demanda de trabajadores y familias de bajos ingresos. Además, eran una excelente opción a la hora de llevarse un bocado a la boca durante un pase del fin de semana.

En la Habana las primeras se ubicaron en los alrededores del puerto. Relativamente pronto proliferaron hacia otras áreas de los actuales municipios Habana Vieja y Centro Habana primero, y luego hacia el resto de la ciudad. En los años 50 e inicio de los 60 muy común era encontrarlas en el Cerro, Lawton, Boyeros, Calabazar, Santiago de las Vegas, etc.

Las fondas en La Habana y en otros territorios del país resultaron populares y afamados lugares de expendio de la rica comida criolla, con precios al alcance de las clases de menor poder adquisitivo, que, lamentablemente, sobrevivieron solo hasta los primeros años de la década de los 60.