En la década de 90 se transmitió en Cuba la telenovela brasileña “Amor con Amor se paga”, donde hubo un personaje que llegó a convertirse en el tacaño más amado en los hogares de la isla: Nonó Correia.
Aquel personaje con tal de no gastar dinero, se empeñaba en dar uso a cualquier cosa que pudiera ser reutilizada, algo con lo cual, en pleno período especial, los cubanos se sintieron bastante identificados. No por el hecho de ser tacaños, sino por verse obligados a reutilizar todo lo reutilizable y ahorrar al máximo por la difícil situación económica que atravesaba el país.
Era inevitable reír con las cosas de Nonó Correira, aún más al ver como habíamos convertido viejas laticas de leche en vasos, que un pollo tenía que alcanzar para la comida de la familia de varios días y que algunos incluso se dice que llegaron a poner candados a los refrigeradores.
Amor con Amor se paga es una adaptación de la novela Camomila e Bem-me-quer, y cuenta la historia de hombre excesivamente tacaño e irritable que oculta un tesoro en su propia casa.
El mal carácter de Nonó Correia comienza a cambiar cuando adopta en su hogar a un niño huérfano, estudioso, inteligente y de buen corazón que le devuelve la fe en el amor.
En personaje de Nono Correia fue interpretado por el actor Ary Fontoura, quien, a sus 87 años, cuenta con una destacada carrera no solo en la actuación, sino también como escritor, músico y director de programas de televisión.
Entre sus interpretaciones más destacadas se encuentran Bocas y Caras, La Favorita, Siete pecados, Chocolate con Pimienta, Puerto de los Milagros, Dios nos ayude, Araponga y su papel como Lula Da Silva en la cinta “Policía Federal, la ley es para todos”, la cual recrea la investigación sobre corrupción más grande en la historia brasileña.
En Cuba, Ary Fontoura es también admirado por otros personajes como el alcalde Florindo en Roque Santeiro, por ejemplo. Sin embargo, ninguno caló tan profundo como el tacaño y tragicómico Nonó Correia, quizás por aquello de que “Amor con Amor se paga”.
