En medio de la nada, sobre una loma al borde de la carretera que conduce a Luis Lazo, en Pinar del Río, se alza la mole abandonada del antiguo Hospital Psiquiátrico de Guanito. Allí, pocos se atreven a acercarse pues, después de décadas de abandono, muchos aseguran que está embrujado y que los fantasmas recorren los pasillos de este antiguo manicomio.
No es de extrañar que aquel lugar haya sido elegido en su tiempo para construir el citado hospital, ya que el aire que se respira es muy puro y sopla fuerte. No obstante, hace unos 20 años que el Ministerio de Salud Pública decidió echarlo al olvido. Primero sacaron a todos los pacientes y luego terminaron por llevarse todo el material médico.
Finalmente, solo quedó aquella mole abandonada ,que dio paso a las más variopintas historias de aparecidos en la zona.
El antiguo hospital permanece desolado, salvo rara excepción en la que producto a algún fenómeno meteorológico algunas personas se instalan en su planta baja ante la amenaza de los fuertes vientos y las intensas lluvias. Para todas ellos, las historias que se tejen sobren los supuestos fantasmas y apariciones no son más que habladurías y chismes de poca monta.
No suele pasar mucho tiempo entre que algún que otro funcionario del Gobierno llega al lugar y se ponga a realizar mediciones, hacer planos y luego se va sin que el sitio sufra ningún tipo de modificación.
Salvo por estos enviados, a nadie parece ya interesarle esa vieja estructura abandona en medio de la nada, aún cuando en una época fue considera, quizás por su posición, el lugar perfecto para que los pacientes pudieran recuperarse.
La fecha de inauguración del hospital data del año 1948, durante el mandato de Ramón Grau San Martín, quien además de médico era pinareño. En un primer momento el Antituberculoso Pilar San Martín (nombre de la madre del presidente) contaba con 69 camas, pero con el paso del tiempo fue ampliando su capacidad hasta llegar a funcionar con 150 camas y estar dotado con todos los adelantos de la época.
El aislamiento en el hospital se consideraba necesario, ya que la tuberculosis en aquellos años era altamente peligrosa.
Con la entrada de los años 60 los casos de tuberculosis comenzaron a disminuir en la Isla y el hospital poco a poco se fue quedando con menos pacientes, al punto que las autoridades decidieron que tendría un mejor uso como hogar de ancianos.
A mediados de la década de 1970, el hospital volvió a cambiar su estatus al pasar de hogar de ancianos a convertirse en un hospital psiquiátrico, aunque tampoco duró mucho de esta forma.
En medio del llamado Período Especial los pacientes del hospital fueron trasladados a Pinar del Río, ya que con todos los problemas con el combustible que había era muy complejo el traslado del personal. Además, también existían inconvenientes con el suministro de agua, pues los pobladores de las inmediaciones se dedicaban a «pinchar» la tubería.
El hecho que el Psquiátrico de Guanito desapareciera causó muchas contrariedades a las comunidades de los alrededores, ya que el hospital brindaba una gran cantidad de servicios a los lugareños mediante sus consultas externas.
Quienes aún viven cerca del hospital aseguran que se convertirá en algún momento en una instalación de turismo de salud, aunque todo apunta a que esto no es más que una probabilidad muy remota ya que, con el avanzado deterioro del inmueble y las dificultades con el transporte y el agua, habría que hacer una inversión bastante responsable para los tiempos que corren.