Han transcurrido 7 décadas ya desde que el empresario Alfredo García Mallo construyó su casa en el reparto La Víbora de La Habana. Decidiéndose por una parcela privilegiada en la esquina que confluyen la avenida Mayía Rodríguez y la calle San Mariano.
Se conoce que el encargo fue hecho en el año 1950 a los arquitectos Sócrates Sabater, Gerardo Salman y Manuel Sánchez, los cuales darían forma en 1952 a la conocida firma que llevaba sus apellidos.
La vivienda se halla situada sobre un pequeño montículo, esto unido a ubicación en la esquina y al diseño biplanta con voladizos de gran tamaño, dejan una sensación de amplitud, elegancia y limpieza que ni siquiera el paso de los años ha podido eclipsar.
Sin dudas el elemento que no deja indiferente a los que transitan por sus alrededores es el mural escultórico firmado por Rolando López Dirube. No pocas son las personas que al verlo evocan el recuerdo del reconocido Wilfredo Lam, a quien muchas veces, por error, se le atribuye la autoría de estas esculturas.
A pesar de que la mayor parte de su carrera se desarrolló en Puerto Rico, López Dirube dejó un importante legado en el paisaje urbano capitalino. Otro de los murales históricos de su autoría más célebres es el de la Clínica Asclepio en 17 y Paseo, Vedado.
A día de hoy la fachada de la vivienda se mantiene intacta, sin ninguna modificación en su diseño, en tanto se encuentra protegida por un grado de valor patrimonial, dicha con la que no han corrido otras grandiosas edificaciones cubanas cuyos diseños se han transformado radicalmente. Actualmente el único agregado que se evidencia es el de una cerca de malla metálica que delimita el área de la propiedad.
Diseñada con un cuidadoso respeto al dialogo que ha de haber entre espacio privado y espacio público, esta casa constituye un excelente ejemplo de la arquitectura moderna cubana.
Esta relación parece verse cada vez más afectada en el pasaje urbano de la capital, donde rejas y muros emergen como la única alternativa que tienen las personas para sentirse bajo protección.
Puede que la vivienda ubicada en Mayía Rodríguez y San Mariano no sea la más popular de La Habana, pero sin dudas hace gala de un gran valor cultural y arquitectónico.
