La cueva del Tángana, el misterio que esconde debajo el Hotel Nacional

Redacción

La cueva del Taganana, el misterio que esconde debajo el Hotel Nacional

Quienes hayan podido visitar el Hotel Nacional, en La Habana, de seguro han quedado deslumbrados por su impecable arquitectura española y su decoración art deco y neoclásica. Sin embargo, algo que muchos desconocen es que este icónico sitio, esconde en sus entrañas una misteriosa cueva.

Los guías turísticos explican a los visitantes que el reconocido escritor cubano, Alejo Carpentier, solía llamar a este hotel el “castillo encantado”, lo cual nos lleva a plantearlos la siguiente interrogante… ¿qué hubo antes donde hoy se yergue esa maravilla de la hotelería internacional?

La impecable estructura se construyó en lo alto de una colina que cuenta con una privilegiada vista al mar, pero justo en esa colina, se encuentra una de las cuevas más emblemáticas de la Isla.

Conocida como la Loma del Tángana, esta zona era uno de los puntos preferidos para los desembarcos de piratas. Además, fue una zona de refugio de la princesa guanche Cathaysa, quien luego fue capturada y vendida como esclava a los castellanos en el año 1494.

Debajo de la estructura del Hotel Nacional de Cuba existieron varias cavernas, entre ellas la célebre cueva del Tángana, la cual recibió este nombre por servir de refugio a un hombre indio que llevaba ese nombre.

Esa gruta ya no existe pero si existe aún bajo los jardines del hotel. Túneles que para la época para la defensa de Capital cubana, la Habana, se construyeron durante los días de crisis de los Cohetes en el mes de octubre de 1962 y que hoy en día son uno de los atractivos del hotel.

En esta montaña fue instalada estratégicamente a mediados del siglo XIX la llamada batería de cañones de Santa Clara, el cañón “Ordóñez”, uno de los más emblemáticos de la época, hoy en día aún se encuentra en su base y es visitado por aquellos curiosos de los jardines del hotel.

Durante la Crisis de los Misiles las tropas cubanas se refugiaron en la cueva en la espera de los acontecimientos que impresionaron al mundo durante trece días.

Hoy en día esta cueva esta convertido en un museo que refresca la memoria al visitante el conflicto de alta tensión que se vivió en aquellos tiempos. Un guía es el encargado de mostrar las trincheras, objetos y documentos nativos que aún se conservan.