El Velorio de Pachencho es una celebración que tiene lugar cada año el día 5 de febrero en Santiago de las Vegas, en el municipio habanero de Boyeros. En esa fecha, personas de todas partes se dan cita en esta zona de la Habana para presenciar lo que quizás sea el único desfile a paso de conga que se organiza en la Isla para celebrar la muerte.
La tradición consiste en velar a Pachencho y llevarlo al cementerio. En esta peregrinación, el actor va en una caja de muerto real y una multitudinaria conga lo acompaña hasta donde supuestamente descansará eternamente.
Una vez el cementerio de Santiago de las Vegas, la viuda del difunto decide bailarle por última vez antes que sea enterrado en una fosa real, pero en ese preciso momento el muerto revive y en ocasiones hasta se presenta la amante de Pachencho que se enreda en una disputa con la esposa.
Las personas que interpretan cada año los personajes que intervienen en el Velorio han perdido su nombre real propio y ahora son conocidos como “el cura”, “Pachencho” o “la viuda”. Manolo, por ejemplo, es recordado como un santiaguero ilustre por los pueblerinos por haber interpretado el papel del mismísimo Pachencho durante más de 25 años y hasta su muerte verdadera.
Cada 5 de febrero desde muy temprano se prepara todo: en el antiguo club de Santiago se iza la bandera cubana, luego se toca la diana para llamar a las personas, se dicen unas palabras alegóricas, se hace un brindis e inicia la peregrinación al cementerio.
Los orígenes de esta peculiar festividad en la que se celebra la muerte tiene su origen en 1930, cuando la conga se popularizó dentro de los carnavales santiagueros. El “entierro de los carnavales” es el antecedente inmediato del “Velorio de Pachencho”. El 5 de febrero de 1984, cuando el Club de Santiago de las Vegas se encontraba cumpliendo aniversario, se celebró por primera vez el Velorio.
Cada año, cuando llega el 5 de febrero, desde muy temprano en la mañana comienzan los preparativos: en el antiguo club de Santiago se iza la bandera cubana, posteriormente se toca la diana para hacer un llamado a las personas y luego da inicio la marcha hasta el cementerio.
