Popularmente llamado Mercado del Vapor o Plaza del Vapor. Inició su construcción a partir de la Real Orden del 27 de mayo de 1836. La manzana comprendida entre las calles Galiano, Reina, Dragones y Águila había quedado yerma en el plan de ensanche extramuros que se hizo en 1824, y allí se establecieron sin ningún orden y con la irregularidad más mezquina los vendedores de abastos diarios para aquella parte nueva de la población, de modo que los mejores de aquellos puestos eran casillas desiguales de madera que pertenecían a diferentes dueños.
Tacón desde 1834 decidió resolver dicha situación y dotar a la zona extramuros de la capital de un mercado digno de ella, para lo cual el ingeniero principal de sus obras Don Manuel Pastor proyectó un edificio de dos plantas de 100 por 145 varas, con galerías cubiertas sostenidas por columnas de piedra, cuya construcción se autorizó por Real Orden del 27 de mayo de 1836.
Según opiniones de la época, por su concepción y condiciones es posible que este mercado igualara o superara a los mercados existentes en ese tiempo en la Metrópoli. A este mercado se le conoció como “del Vapor” debido a que Pancho Marty tenía un local con una fonda en la que situó un cuadro del Vapor Neptuno, que fue el primero que viajó a La Habana no movido por velas. La planta se resolvía con cuatro crujías dobles, interrumpidas solo por entradas en el centro de cada calle, divididas en casillas, unas abrían hacia afuera y otras hacia adentro y formaban un gran patio donde un pabellón servía de carnicería. Los portales eran arcadas de medio punto apoyadas en pilares cuadrados, no había entresuelos y la proporción de los arcos del portal era de 11/2 a 1. En el piso alto las ventanas daban a un balcón corrido con barandas de hierro.
En la madrugada del 7 de septiembre de 1872 un voraz incendio destruyó totalmente el Mercado de Tacón y como era necesario ese servicio se levantó un mercado provisional en el Campo de Marte. En la Junta consultiva de Obras Públicas celebrada el 29 de abril de 1874 se tomó la decisión de levantar otro mercado nuevo en el mismo sitio con el nombre de Plaza del Vapor.
La obra en definitiva fue levantada según proyecto del arquitecto Rayneri y Sorrentino, y aunque inicialmente concebía una fuente o monumento conmemorativo en el centro, éste espacio también fue ocupado por carretillas, puestos de madera y tenduchas. Por el frente de la calle Reina, Rayneri dispuso en su parte central una torrecilla cuadrada con un reloj de cuatro esferas.
En este edificio Rayneri utilizó en los techos vigas de acero espaciadas a 70 cm y sobre ella losas de barro, lo que constituyó una novedad en La Habana. Eran notables por su diseño las barandas de hierro forjado de los balcones del entresuelo y del piso alto. En los años 60 del siglo XX, todas las construcciones pertenecientes al mercado fueron demolidas, y en su lugar se construyó un parque en el centro del área, rodeado de una zona de parqueo, que dan un sentido de modernidad dentro del entorno histórico.