A lo largo de todo el país, muchas personas diariamente utilizan palabras que son consideradas de mal gusto. Además, que están fuertemente consolidadas en el vocabulario del cubano, por lo cual no se miden las consecuencias de su uso continuo. Este hecho ocurre de debido a ciertos elementos de la sociedad y la historia de esta nación.
Uno de los rasgos que más caracterizan a estos ciudadanos es una actitud permanente de descuido, menosprecio y extremada confianza, el cual ha llamado la atención de diferentes científicos sociales como es el caso de los antropólogos de la isla. Esta actitud es conocida mediante la burla constante.
A través de la burla enfrentan todo lo que represente dominación u organización
Mediante estas burlas lo que se busca que se busca es hacer críticas mediante el ofensivo humor que desarrollan. Además, la persona que lo practica manifiesta una actitud de control de la situación a través de sus comentarios que podrían lastimar a determinadas personas en caso de que se utilicen con el fin de agredir o de manera indiscriminada hacia alguien.
Casi siempre la burla se evidencia de forma verbal. Aunque en ocasiones la situación se sobrecalienta y entre varias personas comienzan a subir de tono la conversación. Una vez que sean comentarios muy desagradables los que se expresan y vengan acompañados de ofensas y malos gestos, es cuando es perceptible el grado de ordinariez que hay dentro de todos los ciudadanos.
Lamentablemente, en muchos lugares de la capital ya se practican estas burlas de forma descontroladas y muy desagradables, siendo estas, características de muchas regiones de la provincia. Aun así, si una persona se burla de forma controlada de la situación que tiene y de lo que está viviendo, se evidenciará uno de los rasgos característicos del cubano para despejar y crear humor a través de un problema que tiene.
Las burlas más conocidas en la isla
Una de las burla más populares y utilizadas por todos, hasta por niños, en el país es «comemierda». Prácticamente es símbolo de nuestra sociedad y será imposible que no lo identifiquen como cubano una vez que diga este vocablo.
Otra de las más populares en la nación es la frase «cabeza de puntilla», realmente da igual al elemento que nombre después de cabeza. Se utiliza para referirse a personas que no son muy listas, es decir, para insultar a aquellos que son un poco lentos por decirlo de alguna forma. También representan a ciudadanos que son muy jóvenes y están entrando a la adolescencia o a aquellos que tienen un director burlón o insoportable.
Ha llegado el turno de las libres combinaciones de palabras entre las que se encuentran las pestes de cualquier parte del cuerpo. «Peste a culo, a pata» entre otras, son frases despectivas utilizadas para mofarse de las personas.
Subiendo un poco la parada, encontramos una ofensa que se utiliza para aquellos que no son muy buenos en el ámbito sexual, mejor conocidos en la isla como «mala hoja», es un término que se utiliza para ambos sexos. Cualquiera puede decirle eso a una persona, aunque cuando la ofensa proviene de una persona con la que se compartió cama, quien lo recibe no se ofende ni reacciona negativamente ante el comentario.
Con esas expresiones te quiero lejos de aquí
Una de las expresiones mal vistas pero utilizadas por la población es «chivatón». Esta palabra también se usa en otras regiones del mundo. Hace referencia a las personas que revelan a otras, como que se chivan a los demás. Está mal visto ser un chivatón.
También de uso caso exclusivo para mujeres está el criollo vocablo «Guaricandilla» el cual se usa para definir a muchachas que son muy maleducadas y groseras o a aquellas que ofrecen su cuerpo a cambio de un bien material.
Continuando con la larga lista de ofensas, existen las que son más comunes para referirse a alguien por su bajo coeficiente intelectual. En este grupo de vocablos se encuentran «mongólico», «sanaco» o «subnormal» (solamente por nombrar algunos ya que este grupo es bastante extenso).
Para aquellos que no gastan mucho dinero en sus cosas, ni comparten sus bienes con las personas que le rodean, los cubanos tienen la definición de «tacaño». Por el contrario, para clasificar a aquellos que tienen muy pero que muy poco se utiliza la frase de «muerto de hambre» la cual hay que utilizar con mucho cuidado.
Incluso hasta para los vagos hay expresiones vulgares en Cuba. Entre «huevones» para definir a los hombres y «papayuas» para las mujeres nadie queda libre de nombretes. También las personas con pesos extremos, desde «flacas descuajeringadas» para las muy delgadas hasta «gordos manteca».
Lamentablemente, las palabras vulgares no son solo de esta isla
Desde hace tiempo, muchos estudiosos e instituciones de la psicología y la mente humana hacen un llamado a unirse a un proyecto para limpiar de cierta forma el idioma y las formas de expresión, para así eliminar de una vez por todas las manifestaciones verbales de discriminación entre las personas.
El propósito de todo esto es dejar de utilizar las burlas e insultos desde y hacia la negatividad, para crear expresiones de apoyo, amor y respeto entre todos. Lamentablemente, esta idea demorará muchísimos años en consolidarse para los cubanos, ya que, para ellos, esto forma parte de su personalidad.