Hellfire, la historia del misil estadounidense que terminó «por error» en Cuba

Redacción

Hellfire, la historia del misil estadounidense que terminó "por error" en Cuba

En el año 2014, un misil Hellfire que había sido enviado por Estados Unidos a Europa para realizar maniobras de entrenamiento militar fue a parar «por error» a Cuba y rápidamente se formó el revuelo por el temor que los cubanos compartieran sus secretos con países como Corea del Norte, China o Rusia…

El modelo Hellfire es un misil guiado con láser y que se dispara desde helicópteros o drones y suele utilizarse como un arma antitanques.

El misil en cuestión no contenía explosivos, pero su extravío suponía una importante perdida de tecnología militar secreta. Se trataba no de un misil completo, sino de su versión «inerte» o «captiva», denominada Captive Air Training Missile. Sin embargo, aunque no contenía la cabeza de combate, si mantenía en su interior toda la electrónica de sensores y navegación.

Rapidamente, los investigadores en Estados Unidos intentaron determinar si realmente fue un error humano lo que provocó este curioso extravío o si fue una cuestión de espionaje que fuese a parar nada menos que a Cuba.

El misil había sido embarcado con dirección a España a principios de 2014. Y el objetivo era que se usara en entrenamientos militares de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).

De España fue llevado a hasta Frankfut, en Alemania, de donde debía haber volado de regreso hasta los Estados Unidos.

Por un extraño motivo, el contenedor donde estaba el misil fue enviado en un camión hasta París y de allí cargado a bordo de un vuelo de Air France con dirección a la capital cubana, La Habana.

La situación fue embarazosa para los estadounidenses, que tuvieron que pedir a los cubanos que les devolvieran el misil de alta precisión.

La preocupación de los funcionarios estadounidenses era que Cuba pudiera compartir la información sobre la tecnología avanzada que llevaba el misil en su interior con países como Corea del Norte, China o Rusia.

Finalmente, después de misteriosas conversaciones de alto nivel, de las que nunca se tuvo noticias, en febrero de 2016 el Gobierno cubano decidió devolver el misil a los Estados Unidos, emitiendo un pequeño comunicado en el que solo se justificaron de la demora diciendo que actuaron con «seriedad y transparencia».