Muchos nacionales y extranjeros piensan que para disfrutar de un buen día de mar y sol es necesario alejarse de las ciudades y viajes hacia los polos turísticos más concurridos y preferidos (con sus grandes y magníficas playas de arena blanca y fina, agua cristalina y plena tranquilidad), pero, en realidad, se puede pasar un día espectacular en los pequeños oasis que alberga el municipio habanero de Playa en su geografía, los que no tienen nada que envidiar a las Playas del Este, Varadero o Guardalavaca.
Al noroeste de la capital cubana se pueden hallar secciones de costa que se han hecho increíblemente populares entre los bañistas, pese a que sus orillas se conforman por arrecife, la arena es escasa, y se alternan con fondos pétreos. Una gran razón para esto es su cercanía a las áreas residenciales de La Habana, pues a estas playitas se puede llegar a pie o en bicicleta, sin necesidad de transporte público o alquileres de vehículos.
La zona está plagada por hoteles, restaurantes, centros recreativos y casas de renta particulares. Además, se hallan las playas privadas, correspondientes a los «círculos sociales obreros», las que están reservadas para el uso de los empleados de determinados gremios estatales. Esas playas pertenecieron hace más de 60 años a clubes de la burguesía nacional.
Entre estos pequeños paraísos de costa se halla La Puntilla, nada más cruzar el Túnel de 5ta Avenida.
También se puede encontrar la Playita de 12, en la calle 1ra, justo después del Teatro Karl Marx. También es conocida como «Los Yaquis», debido a una hilera de gigantescos bloques de concreto colocados para contrarrestar los efectos de la marea en caso de penetraciones del mar. Muchos jóvenes utilizan esta plataformas para practicar clavados.
A alrededor de 200 metros de la anterior, la Playita de 16 es más discreta y no tiene muchas comodidades, pero tiene un público cautivo, como los amantes del buceo libre, para lo que sus fondos rocosos son idóneos.
En la misma dirección, aunque un poco más allá, se encuentra la Playita de 70, con una ubicación muy popular para los jóvenes aunque menos virtudes naturales, en el punto de partida de muchos hoteles famosos de Miramar.
Un plan de recuperación está previsto desde hace años para estas tres últimas, el cual incluye la construcción o reparación de muelles, puntos gastronómicos, labores periódicas de saneamiento y torres para servicio de salvavidas.
Otras platas van apareciendo hacia el occidente de La Habana, con densas dunas naturales y blancas y niveles de contaminación relativamente bajos, como la Playa de Marianao y La Concha, muy populares entre la población.
La Playa Jaimanitas, a unas cuadras de la conocida Marina Hemingway, también es una opción que ofrece paz, zona que se ha hecho famosa para turistas por «Fusterlandia», la galería al aire libre desarrollada por el artista plástico José Fuster en su comunidad.
También llaman la atención las playas de Barlovento, La Puntilla y Santa Fe, con categoría de balneario y excelentes opciones de comida con marisco y pescado fresco.
En el oeste de La Habana también hay las playas resaltan por su mayor calidad directamente conectada al sector turístico, sobre todo con los complejos hoteleros Copacabana, Comodoro, Meliá Habana, Neptuno-Tritón y el Club Habana, entre otros.