¿Sabías que la primera llamada telefónica en español que se hizo en todo el mundo fue en Cuba?

Ines Sanz

¿Sabías que la primera llamada telefónica en español que se hizo en todo el mundo fue en Cuba?

La primera conversación telefónica en lengua española tuvo lugar el 2 de noviembre de 1877 en La Habana, hazaña que catapultó a la capital cubana dentro de las urbes de moda de la época.

El coloquio duró, a groso modo, una hora, y sus protagonistas fueron el vicepresidente del Cuerpo de Bomberos del Comercio de La Habana, Doctor Juan J. Musset, y su esposa, los que tenían el objetivo de realizar una demostración a la prensa y a altos cargos del Gobierno de cómo funcionaba el novedoso invento.

El periódico La Voz de Cuba hizo constar que esta fue la primera conversación telefónica en lengua española de la que aún se tiene constancia.

Las descripciones que se guardan sobre el artilugio explicaban que este se conformaba por un alambre muy fino unido a dos cajitas de 10 pulgadas de largo, 5 de ancho y 3 de alto en los extremos. Según el diario, uno de sus personajes, el Dr. Musset, quien se hallaba en un cuartel en la calle San Ignacio No. 108 (entre Luz y Acosta), pudo escuchar perfectamente como su hija interpretaba Las Malagueñas en el piano de su casa, localizada en Amargura No. 21.

Y fue precisamente en la calle Amargura que se ubicó una placa conmemorativa por el suceso en 2009, en forma de recordatorio de tan significativo hecho para la trayectoria de las telecomunicaciones Iberoamericanas.

Pero la capital cubana atestigua más historias sobre la temática. El italiano Antonio Meucci realizó en 1849 las primeras pruebas telefónicas conocidas. Meucci estuvo residiendo en la isla entre 1834 y 1850, durante el que inventó un dispositivo al que bautizó como teletrófono o telégrafo parlante.

La Habana volvió a tomar el centro de la conversación 27 años más tarde, por lo que quedó para el mundo como la urbe que sostuvo la primera llamada telefónica en idioma español.

La primera operación de este tipo del mundo, en cambio, fue realizada un año antes, en 1876, por Alexander Graham Bell en la ciudad de Boston, en los Estados Unidos. Así es como figura, al menos, en los registros, pues Meucci carecía de de los recursos necesarios para patentar su invento y que solo hasta después de su muerte no fue reconocido como tal por la injusta y larga batalla legal con Graham Bell. Las palabras transmitidas fueron: «Mister Watson, come here, I want to see you» (Señor Watson, venga aquí, quiero verle), destinadas a su asistente Thomas Watson, quien se encontraba en otra habitación.