El Ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, reconoció ayer durante una comparecencia especial en el espacio informativo oficialista Mesa Redonda, que existen un mercado ilegal de dólares en la isla, el cual se ha convertido en uno de los motivos de la alta inflación que existe en el país.
Sin embargo, dijo que el Gobierno no tenia una solución en sus manos para combatirlo y hacerle frente, y mucho menos controlar el alto precio que ha venido alcanzado durante las ultimas semanas, rompiendo la barrera de los 100 pesos cubanos en el mercado informal.
“Hay bastante reclamos para que el Gobierno intervenga en el mercado cambiario, una de las soluciones a la inflación durante el Periodo especial, cuando se ofreció determinado nivel de dólares en las cadecas. Con el salario medio, que hoy está sobre los 4 000 pesos, mantener una estabilidad de oferta de dólares para respaldar un tipo de cambio de 1×24 demanda muchos más dólares que en el Periodo especial, cuando el salario medio giraba sobre los 300 pesos», advirtió Gil Fernández.
Según comento, la propia no existencia de un mercado de dólares oficial ha hecho que prolifere un tipo de cambio ilegal.
“La no existencia de un mercado de dólares hace que prolifere el mercado ilegal. Si nosotros entráramos en ese mercado vendiendo dólares, pudiéramos ‘competir’ con ese mercado ilegal”, dijo.
El problema es, de acuerdo a sus declaraciones, que no tienen suficiente liquidez para entrar a competir con ese mercado, pues sería insuficiente la cantidad de dólares que tendría disponibles para vender a la población.
«No se puede intervenir el lunes con dinero y el martes no, porque entonces estaríamos alimentando el mercado ilegal y la reventa. Es decir, se necesita sostenibilidad Hoy habría que poner una X cantidad de dólares en ese mercado, que están compitiendo con los dólares que se están utilizando para respaldar las necesidades básicas del pueblo. No hay más dinero. O utilizamos los dólares para pagar el barco de arroz o combustible, o dejamos el barco a un lado y ponemos los dólares en el mercado cambiario», señaló.
Sobre la posibilidad de aplicar una «tasa flotante», y con ella inyectar una cantidad importante de dólares al mercado y con ello intentar corregir la tasa de cambio en función de la propia demanda de la población, comentó:
«¿Cuántos cubanos, de los 11 millones que somos, vamos a tener la posibilidad de comprar esos dólares? ¿Pudiéramos adoptar nosotros una posición tan facilista como Gobierno, de inyectar divisas en el mercado cambiario, y que todo el que quiera consumir en las tiendas MLC, vaya con pesos, compre esa divisa y vaya a las tiendas MLC… ¿A qué tipo de cambio? ¿Vamos a dejar flotar el tipo de cambio? ¿Podemos decir que esa es la solución para el pueblo cubano? (…) No se puede apreciar como solución que se intervenga en el mercado cambiario y se deje una tasa flotante. No decimos que no sea un paso, pero no es la solución del problema de la inflación ni la solución del acceso legal a la divisa, ni el camino para que las personas, en sentido general, puedan adquirir divisas y consumir en las tiendas MLC».
La única solución posible que propuso, la cual podría ser adoptada finalmente, fue la de inyectar divisas a la circulación en bajas cantidades, regulando las que podrían comprarse al Estado, para que las personas pudiesen realizar determinadas compras.
«No es lo mismo que mantener una oferta estable para respaldar el tipo de cambio y todos los días vender una cantidad de dólares que compiten con aquellos que necesitas para respaldar las necesidades básicas de la población», añadió.