Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía y Planificación de Cuba, aseguró que «de no haber existido las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) la situación económica del país sería aún más compleja, y también mucho menos las ventas en pesos de bienes y servicios a la población, dado el alto desabastecimiento de la red comercial».
El funcionario defendió los mercados más abastecidos del país, administrados por el conglomerado empresarial de los militares GAESA, y aseguró que este es un tema que «los enemigos de la Revolución tergiversan» en una entrevista concedida a la Agencia Cubana de Noticias.
Argumentó así que tras su empleo en 2019, «al recrudecerse el bloqueo estadounidense», estas tiendas tuvieron «por objetivo evitar la salida del país de la divisa por personas naturales, entonces abastecedoras del mercado interno, captarla y utilizarla en función del desarrollo de la industria nacional y para mantener un nivel estable de ofertas en pesos; pero nadie calculó que una epidemia complejizaría aún más la situación».
«En octubre de 2021, frente a la Asamblea Nacional del Poder Popular, expliqué que de las ventas en MLC se habían utilizado más de 300.000.000 de dólares para aprovisionar de mercancías la red del comercio en moneda nacional, por lo cual habría que preguntarse cuál sería el escenario de no haberse habilitado esas tiendas, pese a las limitaciones que se generan», dijo el vice primer ministro. Asegurando que «el escenario hubiese sido diferente si los dólares que se captaron en los primeros meses de iniciada la medida se hubiesen podido utilizar», pero los bancos cubanos se vieron obligados a detener la receptación de USD, además de que el impacto en la logística internacional a causa de la pandemia de Covid-19 dió paso a que más de 6.000 contenedores con productos para abastecer las tiendas en pesos cubanos y en MLC quedaran varados en puertos de otros países.
Pero Gil Fernández no mencionó que en ese periodo, cuando la escasez se agravó y la crisis sanitaria provocó el colapso de hospitales, no se detuvo nunca la construcción de hoteles y las inversiones turísticas. Aún cuando el turismo en el país en 2021 cayó un 61% en comparación con el 2020, según las cifras oficiales.
Además, en enero de 2021 se llevó a cabo la Tarea Ordenamiento, agravando la situación tan delicada que enfrentaban los cubanos en el país.
Según el ministro, las tiendas tienen «carácter transitorio» y agregó que «su objetivo se está cumpliendo», pero acotó que «su periodo de tiempo dependerá de la recuperación de la economía y de que podamos dotar al peso cubano de una capacidad real de compra».
Las tiendas en MLC causaron la ira de los cubanos en muchas ciudades donde se produjeron manifestaciones el 11j, según el propio régimen y las imágenes compartidas en las redes sociales.
En la plataforma Change.org, a finales de enero, se reunieron miles de firmas exigiendo el cierre de esas tiendas o que, en su defecto, el Gobierno pague los salarios en dólares.
«Estas son de las medidas de ajuste que tienen un costo», reconoció Gil Fernández, «y de las que debemos enfrentar, dar mayores argumentos y explicaciones, en aras de que haya confianza en que todo lo que hacemos es en favor del pueblo y que se comprenda que los resultados no son mejores, en primer lugar, por el impacto de un bloqueo recrudecido, de una epidemia próxima a cumplir dos años y de la disminución considerable de la actividad económica».
«Sabemos que la población no puede resolver totalmente sus necesidades en esos establecimientos en MLC, y que hay un grupo de productos que tenemos que ofertar en esta moneda, pero si mañana los ponemos en moneda nacional van a durar 15 días y después no habrá ni en divisa ni en peso», indicó, «aunque muchos no lo vean así, se trata de una medida de justicia social, porque nos permite la redistribución de la divisa en función del aprovisionamiento de la red comercial en pesos; por tanto, tenemos que trabajar en ampliar las ofertas en moneda nacional y vamos en esta dirección con la aprobación de las Mypimes, la eliminación de trabas a la empresa estatal y con las 63 medidas para fortalecer el sector agropecuario».
Según Gil Fernández «la manera de enfrentar la inflación está asociada precisamente al incremento de ofertas por el Estado, en moneda nacional, lo cual no se logra de un día para otro».
El ministro expresó además que si las tiendas no tienen el impacto esperado no es por «un problema de diseño, como muchos consideran, pues cada vez que el país aprueba algo enseguida aparecen las trabas, intentan frenarlo, y es constante el asedio para impedir que nuestras políticas tengan éxito».
Hace unos días algunas madres cubanas realizaron una solicitud para que sus hijos pequeños puedan vestirse y calzarse y acceder a ofertas de ocio, cosa que resulta casi imposible por los altos precios de todos los productos además de la escasez, a lo que el Gobierno de Holguín respondió que ellas pueden comprar ropa y calzado en las tiendas en divisas, y que el Delfinario de Bahía Naranjo es solo para el turismo internacional.