¿Sabías que la provincia de Holguín quiso una vez separarse de Cuba y ser un país independiente?

Redacción

¿Sabías que la provincia de Holguín quiso una vez separarse de Cuba y ser un país independiente?

Durante los momentos en que la Guerra de los Diez años se encontraba agonizando por el caudillismo y el regionalismo de los cubanos más que por las acciones del ejército español, las tropas de la provincia de Holguín fueron protagonistas de uno de los episodios más curiosos, pero a la vez más grotescos y menos conocidos de la historia de Cuba, cuando el 17 de septiembre de 1877 declararon que Holguín era a partir de ese momento, un territorio independiente de la República de Armas.

La movida estuvo protagonizada por el diputado José Enrique Collazo, quien contó con el respaldo de algunos jefes locales como el coronel Limbano Sánchez. Aquello era el puntillazo final que le faltaba a la Guerra del 68.

Con aquel pronunciamiento, Holguín se declaraba Cantón Independiente con su propio presidente, el mencionado José Enrique Collazo, y sus propias fuerzas armadas.

De esta manera quedó instaurada una traición a la República y una de las más graves indisciplinas ocurridas durante el mandato del entonces presidente mambí, Tomás Estrada Palma. Al ver lo que estaba sucediendo, Estrada Palma ordenó a las tropas al mando de Antonio Maceo que le salieran al paso a los insurgentes y les pusieran un alto.

Maceo partió de inmediato y se encontró con las tropas del coronel Limbano Sánchez, quien al ver que se trataba de Titán de Bronce no se atrevió a disparar en su contra y terminaron dándose un abrazo entre las vivas de ambas fuerzas.

Sin embargo, ni siquiera el prestigio de Antonio Maceo pudo acabar con la actitud sediciosa de los holguineros, quienes sostuvieron el Cantón hasta el 9 de febrero de 1878 en que decidieron acogerse a las bases del Pacto del Zanjón y capitular ante las autoridades españolas.

El Cantón de Holguín constituyó la muestra máxima de la división de los cubanos durante la Guerra del 68 y lo enconado de sus rencillas que nacieron en la Sedición de Lagunas de Varona y terminaron echando por tierra diez años de guerra a muerte por la libertad de la Isla.