La Vía Blanca, la carretera de las playas y los pueblos mágicos de costa en Cuba

Redacción

La Vía Blanca, la carretera de las playas y los pueblos mágicos de costa

La Vía Blanca de Cuba es la primera autopista que se construyó en el país, aunque se le considera una carretera interprovincial. La obra de construcción inició en el año 1945, dando inicio a diferentes proyectos como la remodelación de la Habana. Estas obras fueron auspiciadas y dirigidas por el urbanista y arquitecto Pedro Martínez Inclán.

Su construcción constaba de dos partes, la primera, una avenida que atravesaría la ciudad la cual se inició en 1945. La segunda parte era una autopista que se extendiera hasta la ciudad de Matanzas, la cual empezó en 1954.

El nombre de Vía Blanca de Cuba se debe a las hermosas playas de arena blanca. Esta vía permite el acceso a cada una de ellos, de las cuales algunas solo tienen entrada a través de ella.

La obra Vía Blanca de Cuba fue un poco complicada pues existían algunos obstáculos que dificultaron su construcción. Por ejemplo, acantilados, ríos, accidentes geográficos, abras, entre otros. De hecho, en algunos lugares donde existen elevaciones de altura entre la Habana y Matanzas casi llegan al mar.

Vía Blanca de Cuba fue terminada en su totalidad el 26 de septiembre de 1959. Para esa misma fecha se abrió el acceso al Puente de Bacunayagua.

La carretera parte con 6 carriles desde la Rotonda de la Fuente Luminosa o de la Ciudad Deportiva, situada en la intersección de la avenida Boyeros con la Calle 26.

Se dirige hacia el este pasando entre los municipios Cerro y Diez de Octubre.

Se estrecha considerablemente después de la calle Lacret y cruza la plazoleta de Agua Dulce.

A continuación bordea el norte de Luyanó, la zona industrial al sur del puerto, entronca con la Carretera Central cerca del Caballo Blanco, cruza el acceso a la Autopista Nacional, pasa entre Regla y Guanabacoa y atraviesa el reparto Vía Túnel, hasta cruzar la avenida Monumental.

A partir de la Vía Monumental donde comienza nuestro viaje hacia el este, nos encontramos a la izquierda con la ciudad de Alamar. Después de pasar los dos semáforos de Alamar, la Vía Blanca pasa sobre el puente del Rio Bacuranao.

A partir de ese momento desfilan una tras otras, las playas del este de la Habana: Tarará, Mégano, Santa María del mar, Boca Ciega, Guanabo, Playa Veneciana, Brisas del Mar y finalmente la Vía Blanca de nuevo se acerca a la costa, en la zona del Rincón de Guanabo, un Área Protegida de Cuba, cruza el límite que separa las provincias de la Habana y Mayabeque y a partir de ahí corre de forma paralela  en una autopista de cuatro carriles con anchos paseos, que bordea todo el litoral de la costa norte por 98 kilómetros, hasta llegar a Matanzas.