No posee la arena blanquísima de las mundialmente famosas playas cubanas y su agua no es cristalina; pero Boca de Galafre es desde hace muchísimo tiempo por cuestiones geográficas, la playa preferida de los pinareños.
Situada a 48 kilómetros de la capital provincial y a sólo 16 del pueblo de San Juan y Martínez a Boca de Galafre llegan en verano incontables camiones y ómnibus cargados de bañistas que vienen a disfrutar de un buen día de playa con el cual desafiar el agobiante calor del trópico.
En la República, antes de convertirse en una playa pública, fue un pequeño puerto particular propiedad del empresario Rafael Romero. Este, al percatarse de que la playa podía ser un buen negocio comenzó a parcelar terrenos y vendérselos a las familias más acomodadas del territorio que construyeron allí casas de veraneo y levantaron un club llamado Arena de Mar.
La inmensa mayoría de estas casas aún se mantienen en pie y sus propietarios las arriendan en temporada por precios mucho más económicos que sus similares de las Playas del Este en La Habana.
Boca de Galafre es hoy el lugar de esparcimiento ideal para las familias pinareñas. Allí existe calma, tranquilidad y una infraestructura, que sin ser la mejor del país, sí es suficiente para satisfacer las exigencias de los bañistas.
Aquí te compartimos una galería de fotos de esta poco conocida playa cubana que bien vale la pena visitar cuando se llega a la más occidental de las provincias de Cuba.
El lugar fue creciendo demográficamente y uno de los lugares más concurrido era el bar de Macho Suárez donde las comidas propias de mariscos y su largo muelle hacia el mar eran la atracción de todos.
Con el tiempo y la tradición de que las aguas de las playas del sur eran medicinales el crecimiento se fue haciendo vertiginoso incrementándose las construcciones desde la desembocadura del rio Galafre hasta la Maboa el otro extremo que deben ser no menos de cuatro kilómetros.
En la misma entrada a la playa se chocaba con el restaurant de Rogelio donde la sabrosura de las comidas típicas de los cubanos y la de los productos del mar eran punto de referencia para cualquier visitante o vacacionistas. Allí una cancha de básquet donde se jugaban partidos muy interesantes.
Víctima de tantos ciclones que le han cogido el gusto a visitar a Boca de Galafre el panorama de la playa ha cambiado para convertirla en una franca arenosa de punta a punta.
En el año 2002 la playa fue duramente azotada por 2 huracanes en el mes de septiembre; El Isidoro y el Lili causando graves daños a las viviendas, tanto a las permanentes como a las de verano, lo que hizo necesario la construcción de una Comunidad para los damnificados que residían de forma permanente en la costa. Como consecuencia de estos fenómenos atmosféricos, desaparecieron el emblemático club ”Arena Mar” y el restaurante cabaret el INIT junto con el complejo de cabañas y algunas casas de verano.
