En el corazón de La Habana, al interior del famoso hotel Meliá Cohíba, se encuentra uno de los restaurantes más curiosos de Cuba, con una ambientación que lo hace único. Dentro podemos encontrarnos varios automóviles antiguos de los años 50 completamente restaurados, valiosas motocicletas y hasta una avioneta completa, de tamaño real, colgando con cables de su techo… Este es el Habana Café.
En el año 1997, justo en corazón del Vedado capitalino, se encontraba próximo a abrir sus puertas el Habana Café, el cual llegaría convertirse en todo un emblema de la ciudad. Por aquel entonces en la Isla se llevaba a cabo una fuerte labor por consolidad el turismo como industria principal.
Con una decoración que hace recordar los años cincuenta, en el interior del Habana Café puede apreciarse un niquelado Chevrolet Bel Air descapotable y un Buick 1957 que encendían sus luces cuando comenzaba el show.
En sus paredes colgaban fotos de anuncios de populares marcas como Gillete, Crista y Pepsi Cola. Además, por todo el lugar estaban colgadas fotos de Bola de Nieve, del Benny, del boxeador Kid Chocolate, carteles de películas, entre otras.
En sus inicios funcionó como la discoteca Aché, marcando toda una época. Posteriormente, pasó a incorporar una programación que apostó por recuperar la tradición de la música popular cubana, incluyendo la vieja trova de Compay Segundo y Eliades Ochoa, y conciertos de algunas de las más populares orquestas bailables del país como Los Van Van y NG la Banda.
Pasarse una noche en el Habana Café era sinónimo de poder escuchar lo mejor de la música cubana. Su fama fue creciendo exponencialmente hasta superar las fronteras de la Isla.
En septiembre de 1998 se celebró el primer aniversario de su inauguración. En esa ocasión acudieron no pocas figuras del ámbito música internacional. Entre ella, se encontraba la cantante Massiel, quien se subió al escenario a interpretar a dúo con Compay segundo su icónico Chan Chan.
A más de 20 años de sus inicios, el Habana Café se renueva y a la vez retorna a la escencias en un viaje que apenas comienza.