La Fiscalía General de Cuba anunció este martes que los procesos por las protestas antigubernamentales del 11 de julio pasado suman 790 acusados por “actos vandálicos” y “graves alteraciones del orden”, y entre ellos se incluyen 55 menores de edad.
La comunicación, algo no habitual, tuvo lugar sin anuncio previo y fue difundida de forma simultánea por los principales medios oficiales, tras varias semanas de informaciones en medios internacionales sobre estos casos con datos de ONG y disidentes.
La fiscalía aseguró que en estos casos ha verificado “el cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales del debido proceso”, pese a las “manipulaciones y matrices de opinión, que pretenden acusar a Cuba de violaciones de los derechos humanos”.
“La Fiscalía General de la República reitera que actuará de conformidad con el encargo constitucional, en el marco de la legalidad, con apego al debido proceso, la protección de los intereses del Estado y el respeto al derecho de todos los ciudadanos”, subrayó.
Según el comunicado, la Fiscalía General recibió 117 expedientes de fase preparatoria sobre los hechos “de mayor connotación”, con 790 personas instruidas “por actos vandálicos, que atentaron contra autoridades, personas y bienes, así como graves alteraciones del orden”.
De estos, se han presentado a los tribunales 110 expedientes, con 710 acusados para su juzgamiento. De ellos, el 69 % quedaron en prisión provisional como medida cautelar a la espera de juicio.
MENORES INVESTIGADOS
Del total de acusados, 55 tienen entre 16 y 18 años, y entre ellos 28 quedaron en prisión provisional. Aparte, agrega el comunicado, la fiscalía ha investigado a 27 menores de 16 años, pero recalca que “en Cuba estos no son sujetos del Derecho Penal”.
A estos, abunda la fiscalía, “se les aplicó el procedimiento legal establecido” para menores de 16 años.
Así, diez fueron internados en escuelas de formación integral y de conducta, por intervenir junto a adultos en la comisión de estos hechos” y a 17 se les aplicó la medida de atención individualizada en la propia escuela del Sistema Nacional de Educación donde cursan estudios”.
Otros 60 acusados tienen entre 19 y 20 años, de estos 41 asegurados con prisión provisional. El Código Penal cubano contempla la posibilidad de que se les reduzcan las penas impuestas en hasta un tercio por su edad.
La fiscalía argumentó que se optó por acusar del delito de sedición en algunos casos por “el nivel de violencia demostrado en las conductas vandálicas que de manera tumultuaria” con el resultado de “perturbación grave del orden público” y con “el deliberado propósito de subvertir el orden constitucional”.
“Las sanciones solicitadas por la Fiscalía están en correspondencia con la gravedad de los hechos, el nivel de participación y el daño causado a la sociedad”, afirma la nota.
Hasta el momento, añadió la fiscalía, se han realizado 84 juicios y se han dictado de 44 sentencias, en las que fueron sancionados 172 acusados, “los cuales tuvieron el derecho a establecer los recursos correspondientes”.
La fiscalía agregó que las protestas del 11 de julio “ocurrieron en un contexto especialmente complejo de crisis económica mundial”, que estuvo “agudizada por una pandemia sin precedentes” y “el recrudecimiento del bloqueo” de Estados Unidos.
Varias ONG han denunciado falta de garantías, fabricación de pruebas y penas muy elevadas para los acusados en estos procesos por los sucesos del 11 de julio.
Las recopilaciones de datos sobre los procesos de estas ONG aportan cifras distintas.
Según Justicia 11J y Cubalex, un total de 1.379 personas han sido detenidas en relación con las protestas del 11 de julio. De ellas, al menos 727 continúan en centros de reclusión, entre los que se cuentan 15 menores de 18 años.
Prisoners Defenders, una ONG española que defiende los derechos humanos en Cuba, señala que al menos 842 personas se encontraban a finales de 2021 en prisión en la isla por motivos políticos, en la mayoría de los casos por los hechos del 11 de julio. Entre ellos la ONG asegura que hay 26 niños de entre 14 y 17 años.
El pasado 11 de julio se produjeron en Cuba las mayores protestas antigubernamentales en décadas, unas manifestaciones espontáneas y masivas ligadas a la grave crisis económica que atraviesa el país.