La curiosa historia de Cumplidor, el perro que acompañaba a los difuntos en Camagüey

Redacción

La curiosa historia de Cumplidor, el perro que acompañaba a los difuntos en Camagüey

Durante los últimos años de la década de 1920, en la ciudad de Camagüey cobró especial notoriedad un peculiar perro que acompañaba a los difuntos desde la funeraria Varona Gómez hasta su última morada en el cementerio.

El can, cuentan los que lo vieron, era de un color indefinido, entre “carbón o barro” y tenía unos ojos tristes, llegaba a la funeraria estiraba sus patas delanteras y se echaba muy quieto ante el ataúd.

Cumplidor, como bautizaron al can los empleados de la funeraria Varona Gómez, permanecía inmóvil ante el féretro y cuando el cortejo fúnebre iba a partir se alzaba sobre sus patas y aullaba y ladraba con gran pesar como despidiendo al difunto. Luego marchaba delante de la carroza hasta el Cementerio General. Daba unas vueltas al sitio del enterramiento y luego desaparecía.

Lo curioso del caso es que cuando ocurría algún otro deceso y alguna familia se encontraba velando al difunto en la funeraria, el perro volvía a hacer acto de presencia para repetir su extraño ritual.

Es válido mencionar que en aquellos años eran muy pocas las familias que velaban a sus familiares en la funeraria. En ese entonces, se estilaba que se le hiciera la última compañía al fallecido en su propia casa, pues el hacerlo en una funeraria era cosa de pobres y de personas que demostraban poco amor a quien partía.

El caso de Cumplidor representa una verdadera rareza, ya que no se tiene conocimiento de ningún otro perro que haya llevado a cabo rituales tan extraños en Cuba. Los historiadores locales aseguran que en realidad Cumplidor fue real y no un cuento de camino. Sin embargo, nunca llegó a saberse si tenía dueño.

Sus aventuras llegaron a su fin un día en la sabana agramontina. Algunos aseguran que se perdió por un trillo de la quinta Monterrey, rumbo a Cubitas. Un buen día, todos en la funeraria notaron la ausencia de Cumplidor que, sin mayores explicaciones, dejó simplemente de asistir a los entierros.