Cocinas de inducción, el último de los grandes fracasos en la «revolución energética» en Cuba

Redacción

Cocinas de inducción, el último de los grandes fracasos en la "revolución energética" en Cuba

Desde 2015 se han estado comercializando en Cuba, como parte de la llamada Revolución Energética, las cocinas de inducción, las cuales han tenido una gran aceptación por su calidad y el ahorro que representan en la factura eléctrica. Sin embargo el desorden en la venta de las cocinas ha traído consigo un gran número de problemas asociados.

Como las cantidades que se comercializan son ínfimas y la demanda es grande se forman colas enormes cuando aparecen a la venta. En Guantánamo, por ejemplo, los coleros ofertan a 100.00 pesos el ticket que garantiza poder alcanzarlas.

Las cocinas de inducción que se venden con su menaje en 500 pesos se revenden mucho más caras en el mercado negro. Aunque su venta está limitada por la libreta de abastecimiento, el hecho de que esta caduca a los 12 meses posibilita que una misma persona pueda comprar más de una cocina en un año.

Del menaje también se quejan los cubanos, que afirman que es insuficiente para las necesidades de una casa (no incluye olla de presión por poner un ejemplo) y es casi imposible encontrar utensilios que se adapten a las cocinas de inducción, ni siquiera en las tiendas en divisas.

Las cocinas de inducción que se venden con su menaje en 500 pesos se revenden mucho más caras en el mercado negro

A pesar de todos los peros, las cocinas de inducción son un éxito en Cuba y la demanda supera a la oferta.

En Guantánamo, durante 2019 se entregaron unas 1 300 marca Easy Cooker a casos sociales y luego comenzó su venta liberada de las Gelect de tecnología china ensambladas en Cuba, y con ella las enormes colas en las tiendas.

Desde 2015 en la más oriental de las provincias cubanas se vienen comercializando las cocinas de inducción a un ritmo de 14 000 anuales, pero esa cantidad ni se acerca a la demanda. Para el presente año Comercio aspira a colocar en el mercado unas 21 500, de las cuales una parte se tomará para sustituir a las que han sido dadas de baja por problemas de funcionamiento.

Sin embargo, una cosa son las predicciones y otra muy distinta las realidades. De esas 21 500 sólo se han vendido 1 700 cuando ya el año está llegando a su ecuador, y se ha privilegiado a los afectados por los eventos climatológicos extremos; lo que hace crecer el miedo en la población a no poder llegar a poseer nunca una cocina de inducción.

En Guantánamo se contabilizan unas 160 000 familias en zonas electrificadas y sólo se han comercializado desde que comenzó la venta unas 40 000 lo que evidencia la magnitud de las carencias.

Las autoridades insisten, a pesar de estos números, en que el país está en condiciones de fabricar todas las cocinas de inducción necesarias para cubrir la demanda y que en menos de una década existirá al menos una en el hogar cubano que así lo desee.

Las cocinas de inducción son un éxito en Cuba y la demanda supera a la oferta.

Raime Chaviano Guerra, comercial de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Televisores y Cocinas, perteneciente a la industria electrónica nacional, reveló en un programa televisivo que para el 2020 la industria espera fabricar 284 000 cocinas de inducción y ya se trabaja en la planificación de 2021.

Ante las quejas de la población sobre el desorden en las ventas de las cocinas de inducción Comercio insiste en que “su problema es vender” y carece de alternativas efectivas para solucionar el problema. Por esa razón ha decidido dejar el asunto en manos de las autoridades de cada provincia para que sean estas las que solucionen el problema como mejor les parezca.