Pablo Casado, líder del español Partido Popular (de centro-derecha), aseguró que de llegar a la presidencia del Gobierno nacional, congelará todas las relaciones con su homólogo cubano (principalmente las financieras).
El máximo representante del más importante partido opositor español contó al medio Ok Diario: «Estos jerarcas que roban a sus pueblos luego se traen aquí el dinero para comprar edificios en el barrio acomodado de Madrid o para llevar a sus hijos a las mejores universidades».
El presidente del PP alegó que junto a Cuba, otros regímenes como los de Venezuela y Nicaragua también verán afectadas sus relaciones bilaterales con España una vez que él sea elegido. Los actuales Gobiernos de estos países ya enfrentan sanciones internacionales por aplicar medidas totalitarias en sus territorios.
Refirió que para que España comience a liderar la ofensiva contra los Gobiernos dictatoriales latinoamericanos, es necesario contar con el apoyo, al menos, de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Secretaría General Iberoamericana.
Aseveró: «Pero con el liderazgo en la Unión Europea. Eso fue eficaz y es lo que está pidiendo Biden».
De igual forma, detalló que a Estados Unidos le resulta clave conocer los aliados de cada nación, y por ello mantiene un distanciamiento con la administración de coalición española, pues por ejemplo existen probados vínculos con el Gobierno venezolano.
«Si España es aliada de Maduro, porque Maduro ha financiado a ministros del Gobierno de España, eres un socio no fiable. Aparte de lo de Ábalos y el caso Delcy, que se tendrá que investigar ante el bloqueo de la Fiscalía, de entrada sabemos que Maduro ha financiado el CEPS, que es el germen de Podemos, y que ha financiado directamente a Monedero y a Pablo Iglesias», expresó.
Las palabras de Pablo Casado van por la misma línea que las críticas que hizo al actual jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, en diciembre último, a causa de su política permisionista hacia Gobiernos tiránicos como el de Cuba.
Demandó que la presencia diploma española en América Latina no puede significar que el Gobierno niegue que Cuba es un régimen, calle ante las atrocidades de Daniel Ortega en Nicaragua y blanquee las elecciones de Maduro en Venezuela.