Este cubano lleva 10 años escribiendo cartas a reyes, presidentes y personalidades del mundo entero

Redacción

Este cubano lleva 10 años escribiendo cartas a reyes, presidentes y personalidades del mundo entero

Existen aficiones extremadamente raras, pero la de Josué, un cubano que vive en la más oriental de las provincias cubanas, es sin lugar a dudas sorprendente. Este guantánamero, lleva más de 10 años escribiendo cartas (de su puño y letra, nada de emails) a presidentes, reyes y destacadas personalidades.

Josué no utiliza el celular, ni tampoco internet o las rede sociales. A él lo que le gusta es enviar cartas comunes y corrientes a gente importante por el solo hecho de enviarlas. Ni siquiera le da importancia a si se las responden o no.

Entre los destinatarios de sus misivas se encuentra el rey de España, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, las Abuelas de la Plaza de Mayo y a toda persona importante de la que ha logrado conseguir una dirección postal en los medios.

Josué no se define como un activista, sino que su interés es mucho más personal. Tan solo desea decirles a las personas que él está a favor de sus causas y que no se encuentran solos en el mundo.

La primera de sus cartas estuvo destinada a un pariente español, para que este le ayudase a conformar el árbol genealógico y así poder optar por la ciudad ciudadanía de ese país. No lo logró, pero ya no pudo evitar seguir mandando cartas y, una década después, sigue en ello.

Algunos en su familia no ven su afición con buenos ojos. Para su padrastro, Josué está “obsesionado con los yumas”. Sin embargo, eso no le impide al “escritor de cartas” funcionar como una persona normal y buscarse la vida boteando en un carro particular.

Más, cuando algunos, incluso le han respondido y enviado postales y hasta dinero en sus cartas. Hoy mantiene correspondencia fluida con varias personas en Iberoamérica y eso le hace feliz, más allá de que se gaste un potosí en sellos y sobres.

Josué ni se plantea comenzar a usar Facebook o cualquier otra red social. A él lo que le emociona es “mandar cartas”… y por Internet no sería lo mismo.