En el recién terminado 2021, más de 230 cubanos fueron detectados por las autoridades migratorias en los aeropuertos portando visas fraudulentas para tratar de salir del país.
De acuerdo con lo que informó a la televisión estatal Tatiana Pupo Gómez, de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, cientos de cubanos fueron descubiertos el pasado año en el cruce de fronteras intentando utilizar documentos de viajes falseados o de procedencia ilícita.
«Documentos que sirven para transitar por territorios de Centroamérica, con el objetivo final de llegar a territorio norteamericano Estados Unidos», puntualizó Pupo Gómez.
La oficial alertó que los ciudadanos de la isla que traten de emplear estos documentos fraudulentos o adquiridos de forma ilegal en su tránsito por y hacia otras naciones, y sean interceptados por las autoridades migratorias de esos territorios, podrían ser devueltos a la Mayor de las Antillas en calidad de deportados.
Luego de que cerrara la oficina diplomática de Estados Unidos en La Habana, los migrantes nacionales se ven obligados a viajar a terceros países en aras de solicitar la visa para ingresar a la nación norteamericana, principal destino de la emigración cubana.
La cobertura que hizo la televisión estatal del fenómeno proyectó el caso de una joven en el aeropuerto capitalino cuyo novio, residente en Estados Unidos, pagó más de 6.000 dólares con la finalidad de conseguirle una visa de turismo hacia México.
Los ciudadanos del país caribeño que desean viajar definitivamente a Estados Unidos utilizan con mucha frecuencia la ruta a través de tierras aztecas para alcanzar su destino, pues la obtención de una visa a México se traduce en no tener que arriesgarse por otros trayectos extremadamente riesgosos, como la selva del Darién o la travesía en balsa hacia el Estrecho de Florida.
La (DIIE) advirtió, en octubre, acerca de los peligros que conlleva obtener documentos de viaje por vías no oficiales, después de confirmar que atendieron en aeropuertos internacionales a migrantes cubanos que pretendían ir a otros territorios gracias a un visado o una residencia con irregularidades, lo que implica cargos de falsificación en las medidas de seguridad.
Un comunicado emitido reflejó que algunos modos de actuación para elaborar falsos documentos resultan obtienen mediante el empleo de redes sociales, dado que los falsificadores demandan significativas sumas de dinero en efectivo a cambio de la visa o la residencia, y la supuesta «agilidad y viabilización del trámite».