ooLas autoridades policiales de Grecia expulsaron violentamente de su territorio y hacia Turquía a un mínimo de 30 inmigrantes cubanos que deseaban alcanzar los países más desarrollados de Europa occidental para solicitar asilo político. Actualmente, los cubanos se hallan en un limbo migratorio por no contar con documentos legales ni acceso a asesoría profesional para solucionar sus casos.
Estas deportaciones forzosas comenzaron a darse en los últimos meses del finalizado 2021, cuando se empezaron a denunciar con mucha frecuencia los abusos y actos de violencia que agentes de la policía y guardias fronterizos llevaban a cabo contra los inmigrantes.
La televisora Al Jazeera reportó que las denuncias incluían casos de desnudez forzada, palizas, detención sin comida ni agua, confiscación de pasaportes, dinero y otras pertenencias personales, negativa a registrar las solicitudes de asilo e inmersión forzada en agua antes y durante el proceso de expulsión.
La mayoría de los cubanos aseguró haber implorado por ayuda al consulado cubano en Ankara y en Estambul, sin obtener respuesta alguna de la primera entidad ni apoyo de la segunda.
Joel, uno de los denunciantes, declaró que ingresó a tierras helénicas en un grupo de 3 cubanos el 29 de octubre de 2021, después de llegar a Moscú desde La Habana, y pasando por Serbia y Macedonia del Norte (en un viaje que involucró travesías en avión, autobús y a pie).
Tan solo al llegar al país y tratar de arribar a Atenas, el joven fue detenido por la policía griega cuando viajaba en ómnibus y pasó por 3 centros de detención diferentes. Allí sufrió todos los abusos antes referidos. Contó: «Les dije a los agentes que era médico de Cuba y que estaba allí para pedir asilo político. Se limitaron a mirarme y a reírse».
Fue trasladado hasta el río Evros y fue obligado a cruzar la frontera con Turquía. Afirmó haber sufrido menor cantidad de torturas gratuitas que el resto del grupo de migrantes detenidos con el que viajaba, pues algunos de estos fueron obligados a sumergir su cabeza en el agua durante varios minutos, al punto del ahogamiento.
Reniel, otra víctima, alegó: «Me preocupa ser ilegal en un país al que ni siquiera elegí ir. Si me voy, que es lo que quieren que haga porque no estoy aquí con documentación, aún podrían castigarme por ello».
Sobre el pedido de ayuda al consulado cubano en Turquía, apuntó que las autoridades pertinentes desconfiaron completamente de su alegato y dijeron que «el gobierno griego no deporta a ningún cubano» sin ofrecerle ningún tipo de ayuda o respuesta a su caso.
Mario, también médico (y de 38 años de edad), relató su paso por territorio helénico como una pesadilla, siendo despojado de su dinero y pertenencias, retenido en celdas «miserables y malolientes», desnudado y golpeado con bloques de madera y porras de plástico, antes de ser transportado a suelo turco en una balsa inflable.
Además de ellos, 5 cubanos quedaron varadas a temperaturas bajo 0 en el bosque que se encuentra justamente en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, sin que los dejaran entrar a ninguno de los dos países.
El integrante Osiel Milián Pérez precisó: «Nos viraron de Polonia porque nos metieron presos y nos viraron para acá, y aquí nos entraron a golpes y estamos aquí con tremendo frío. Llevamos siete días sin comer. Aquí estamos tirados, está hasta lloviendo por favor, necesitamos ayuda».