Las costas cubanas han presenciado numerosos hundimientos de barcos a lo largo de la historia. A raíz de esto, no han sido pocos los tesoros que se han encontrado y que hoy se encuentran siendo exhibidos en los museos de varias provincias.
Uno de los más grandes tesoros ha sido sin lugar a dudas el hallado en las cercanías de la isla Inés de Soto, en la occidental provincia Pinar del Río, el cual se considera como el más valioso del siglo XVI americano. Desde el 2008, se encuentra en exhibición en el museo del Castillo de la Real Fuerza, en La Habana.
El hallazgo consistió en una gran cantidad de barras de oro, plata y monedas españolas de procedencia mexicana Taxco y Guachinando que se encontraban cerca de la ciudad de Veracruz.
A su vez, en las muestras se pueden apreciar diversos objetos de los casi 17.000 que fueron encontrados dentro del barco y que estuvieron bajo el mar durante unos 400 años.
Procedente de los reinados de los reyes católicos Fernando e Isabel, El monarca alemán Carlos I y Felipe II, el tesoro contenía el mayor numero de de joyas y prendas que han sido hallados en toda latinoamerica.
De acuerdo a los estudios realizados a los metales preciosos encontrados, se concluyó que el galeón formaba parte de las flotas de barcos de España entre 1556 y 1572, año en el que naufragó mientras se dirigía al puerto de La Habana.
Curiosamente, en todo el tesoro se encontró tan solo una moneda de oro, la cual posee en su anverso el blasón cuartelado de las ciudades gobernadas por Carlos I de España y V de Alemania, y en su reverso la cruz hebrea de Jerusalén.
La empresa túrística Caribe Subacuatico, pertenecientes a la corporación CIMEX, fue quien estuvo a cargo del proceso de rescate del galeón, contando para ello con la participación de varios buzos, especialistas, técnicos, marinos y una gran cantidad de embarcaciones.