Estados Unidos anuncia que aumentará en el 2022 el personal consular para agilizar proceso de visas de cubanos en Guyana

Julio César

Estados Unidos anuncia que aumentará en el 2022 el personal consular para agilizar proceso de visas de cubanos en Guyana

Una vez más, el Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió a los ciudadanos cubanos que viajan a Guyana para realizar trámites consulares en la Embajada norteamericana de ese país, que deben estar alerta para no caer en estafas vinculadas a esos procesos.

Mara Tekach, coordinadora de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado, explicó que “la Embajada en Guyana sigue operando a nivel reducido, hay esperas para citas demoradas con respecto a antes de la pandemia, lo cual genera operaciones de fraude. Queremos alertar que tengan cautela. Pagar a terceros para obtener citas no es legal. Por favor, no paguen a otros fuera de la Embajada para tratar de adelantar una cita. Eso no existe dentro de las operaciones de la Embajada”.

La funcionaria, quien estuvo encargada de los negocios del país norteño en La Habana, invitó a los migrantes cubanos en Georgetown a “evitar facilitadores que prometen garantizan una visa o que van a acelerar los trámites, porque los van a defraudar”.

Apuntó que los cubanos deberían organizar sus reservaciones de trámites migratorios directamente con la aerolínea desde antes de llegar al país suramericano, puntualizando que “hay agencias de viajes que van a cobrar sumas muy altas porque hay pocos vuelos. También busquen información por escrito sobre lo que cuesta el alojamiento, y si ven algunas prácticas sospechosas, informen a la Policía de Guyana o a las autoridades de Turismo de ese país”.

El jefe de la sección de visas de la Embajada de Estados Unidos en Georgetown, Víctor García Rivera, señaló que se hallan más de 20 hostales en esa nación “manejados por emigrantes cubanos. Los hosteleros sirven de guías y traductores, revisan los documentos, llevan a los aplicantes a los chequeos médicos y a la cita, los reciben y despiden en el aeropuerto. Algunos se dedican a vender los pasajes de viaje también”.

No obstante, avisó de que “hay muchos que son honestos, pero también hay algunos que estafan a sus compatriotas”.

El directivo precisó que “uno de los hostales más populares” de la capital guyanesa entre los visitantes cubanos había sido cómplice en las estafas, y relató que “vino un aplicante con una carta de cita que parecía sospechosa, investigamos y era falsa. La persona confesó que pagó 500 dólares a este hostal para recibir la cita. Lo irónico es que esas personas perdieron el turno por la falta de vuelos en el verano, pero pudieron haber cambiado la cita ellos mismos. Así que pagaron por algo que ellos mismos podían hacer”.

Comentó: “Este verano hubo muchas estafas con los vuelos. Los mandaban a Rusia, Turquía, Panamá y de ahí a Guyana. Y en Estambul las autoridades migratorias encontraron sospechoso ese flujo de cubanos y hubo gente que quedó varada”.

Destacó que ningún migrante cubano debería arribar a Guyana sin una programación de cita, pues la sede diplomática estadounidense procesa los trámites en el orden en que son aceptados los casos.

Insistió en que el territorio guyanés solo otorga permisos de estancia a los nacionales isleños por un período máximo de 30 días, y de no partir antes, los migrantes podrían ser deportados, recordando que “la Emigración guyanesa se ha vuelto más estricta con la llegada de cubanos porque muchos se han quedado más allá de ese plazo”.

Según declaró, la institución pretende, en 2022, ampliar el número de citas expedidas y aumentar la cantidad de funcionarios disponibles para atender y procesar las solicitudes, comprometiéndose: “Para el nuevo año estoy seguro de que vamos a reducir la cantidad de citas pendientes mientras no haya complicaciones logísticas o de la pandemia”.

Mara Tekach precisó que la Embajada norteamericana en Cuba continuará funcionado con el mínimo de personal, pero que se desea incrementar la disponibilidad de recursos para proveer servicios consulares bajo los protocolos de seguridad impuestos tras los varios casos reportados del Síndrome de La Habana en 2017.