El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel engañó descaradamente a los integrantes de la Caravana de Pastores por la Paz a los que recibió, pues les aseguró que «no hay presos políticos en Cuba» y que la oposición al régimen tiene total derecho a manifestarse en la isla.
Los caravanistas y el presidente se reunieron el pasado 22 de noviembre y dicho evento fue televisado este viernes en el programa Mesa Redonda.
El alto funcionario cubano alegó: «No hay presos políticos en Cuba. Lo que pasa es que muchas veces el propio imperio en su campaña mediática trata de vincular a la actividad contra la revolución, subvirtiendo el orden interno de Cuba, a personas a las que llevan a cometer delitos como hechos vandálicos».
Declaró además: «Aquí, protestas por la revolución, personas que no están con la revolución y que pueden manifestarse libremente las hay”.
El primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) fue instantáneamente acribillado en redes sociales por usuarios que no quisieron dejar pasar sus palabras inadvertidas, quienes lo tildaron de cínico, embustero e irrespetuoso.
Múltiples organizaciones independientes dedicadas al activismo en favor de los derechos humanos en Cuba han documentado hasta la fecha que han sido 1.283 personas las detenidas alrededor de las manifestaciones del 11 de julio (540 de ellas continúan en prisión y otras 42 fueron procesadas en juicios sumarios).
Cubalex, organización independiente de carácter jurídico, ha denunciado el uso irracional del delito de «sedición» para condenar a figuras opositoras y para escarmentar a la población, el que se ha empleado con una elevada connotación política (indemostrable en la mayoría de los casos judiciales).
Por su parte, Cuban Prisoners Defenders registró 152 presos políticos en Cuba antes de los acontecimientos del 11 de julio.
Sin embargo, Díaz-Canel aseguró que todo esto es falso, alegando: «En Cuba hay muchos procesos que son públicos, para discutir programas, para discutir políticas como hicimos con la Constitución. (…) En la vida cotidiana hay gente que habla mal de la revolución, lo que pasa es que muchas veces la catadura de las personas que manipulan y utilizan para eso, o los que por propia convicción están en contra de la revolución, los lleva a cometer delitos».
"Un encuentro entre hermanos", así calificó el presidente @DiazCanelB el intercambio que #Ahora sostiene con los 72 caravanistas de 21 estados norteamericanos, integrantes de la Caravana de Pastores por la Paz que arribó hace algunos días a #Cuba. pic.twitter.com/h9rJ7aier5
— Presidencia Cuba 🇨🇺 (@PresidenciaCuba) November 22, 2021
Con la intención de poner un ejemplo para respaldar su argumento, el presidente aludió que hubo personas que salieron el 11 de julio «a tirar piedras, a actuar contra el pueblo, a saquear», quienes «en cualquier lugar del mundo estarían presos» debido a que «cometieron delitos contra el patrimonio y contra el orden interno».
Díaz-Canel no refirió que gran parte de los manifestantes eran pacíficos y que exigían cambios en el orden político y económico del país. Para responder las inquietudes de los caravanistas, se escudó en mecanismos retóricos habituales de la propaganda de su gobierno, los cuales achacan las culpas al embargo norteamericano de todos los males que padece la isla.
Celebrado en el Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución, en el intercambio del mandatario cubano con los Pastores por la Paz también estuvieron presentes el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, y Rogelio Polanco Fuentes, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido.
El pasado 15 de noviembre llegó a Cuba la trigésimo primera edición de la Caravana de Pastores por la Paz, la cual estuvo integrada por 72 personas entre ciudadanos norteamericanos y alemanes.