El reciente anuncio sobre el permiso de libre entrada de nacionales cubanos a Nicaragua ha desatado una verdadera estampida de personas en búsqueda de boletos de avión para llegar al país centroamericano lo antes posible.
Las kilométricas colas a las puertas de las oficinas de las compañías aéreas en La Habana se conformaron a las horas del anuncio de eximición de visado, y esta altísima demanda provocó protestas activas contra las aerolíneas por no ofrecer conexiones directas entre la isla y el citado país.
Una grandísima parte de la población cubana se ha propuesto partir de la isla con total premura, por lo que el mercado inmobiliario se ha colapsado con ofertas de venta de viviendas, dado que todos han optado por conseguir el dinero a invertir para emigrar vendiendo todas sus pertenencias de valor.
El Programa de Reunificación de Familiar (CFRP) se encuentra con operaciones suspendidas desde el año 2017, y con limitado procesamiento de visados para inmigrantes y visitas, por lo que los isleños se han quedado sin casi alternativas para alcanzar los Estados Unidos, ya sea regular o irregularmente.
La crisis migratoria cubana vista en el último año y medio se ha exacerbado en la última semana con la disposición nicaragüense, puesto que la gravísima situación económica ha hecho que sean miles los que se tiren al mar para alcanzar las costas estadounidenses o los que viajen hasta Rusia, Macedonia del Norte, Dubai, Chile, Brasil y Colombia para poder asentarse en el país norteamericano.
La nueva era migratoria se asemeja al éxodo del Mariel, pero 40 años más tarde.
Las grandes cifras de cubanos varados alrededor del mundo en su ruta migratoria hacia Estados Unidos pueden hacer uso del libre visado a Nicaragua para llegar más rápido y de forma más barata a su destino, además de evitar rutas peligrosísimas como la de la Selva del Darién, frontera natural entre Panamá y Colombia.
Además, la mayoría de los interesados pretenden llegar pronto a Nicaragua para ingresar a territorio estadounidense antes de que su actual presidente Joe Biden tome medidas al respecto.
Por su parte, el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de esa nación ha indicado que un total de 28.801 cubanos se han arriesgado a entrar a su territorio por vía terrestre entre febrero y octubre de este 2021.
Mientras, fueron 838 los balseros de la isla que fueron interceptados por las autoridades pertinentes en ese período.
Por todo esto, resulta importante conocer:
1- Sea cual sea el trayecto, será peligroso:
Llegar directamente a Nicaragua es un paso de avance enorme para llegar a la frontera sur de Estados Unidos con México porque se elude la Selva del Darién, pero el resto del trayecto puede involucrar cruces y viajes en caravanas de inmigrantes, encuentros con bandas criminales en coyotes y un recorrido altamente agotador e inseguro.
Se debe atravesar Honduras, Guatemala y casi todo México para llegar a la frontera estadounidense desde Managua, lo que comúnmente acarrea un costo de 5.800 dólares.
Los controles en fronteras centroamericanas, el cambiante panorama político en esas naciones, la corrupción y el crimen organizado podrían complicar y retrasar mucho el viaje.
2- El recorrido en México es la parte más difícil:
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México informó que más de 70.000 inmigrantes han sido secuestrados o víctimas de tráfico de personas por bandas de narcotraficantes y demás grupos criminales en la última década en el territorio mexicano.
Entre las nacionalidades que más han sufrido estas afectaciones está la cubana, pues los responsables pueden extorsionar a sus allegados en el país norteño para un rescate, y porque el documento de identidad de la isla tiene gran valor para lograr a Estados Unidos gracias a la Ley de Ajuste Cubano (normativa estadounidense implantada en la década de 1990).
Estos secuestros suelen tener desenlaces trágicos y muchas veces son resultados de acuerdos entre la policía y los criminales, los que a veces han sido de nacionalidad cubana; como sucedió con el caso de la banda del Jabao, grupo delictivo asentado en el sur de la Florida, especializado en atentados contra migrantes de su propia tierra.
3- El Programa «Permanecer en México» está a punto de reinstalarse:
Se espera que el Gobierno estadounidense retome la medida del Programa de Protección al Migrante (PPM) en cualquier momento, para contener los exagerados flujos migratorios de cubanos que les llegarán como resultado de la decisión nicaragüense del libre visado.
Esto hará que todos los migrantes cubanos se vean obligados a esperar la cita para la audiencia judicial de su caso en México. El PPM fue derrogado por el propio Biden en febrero de este 2021.
Solo hace falta que la administración del mexicano Andrés Manuel López Obrador ultime ciertos protocolos.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comentó que se instalarán 4 puntos de entrada a Estados Unidos por Texas y California, y allí los solicitantes de asilo tendrán la opción de vacunarse contra el COVID-19.
Además, continúa vigente el Título 42, el que permite expulsar de forma inmediata a todo inmigrante que intente ingresar a su territorio de forma ilegal.
4- Ninguna de estas opciones garantiza un estatus legal en Estados Unidos:
Todos los inmigrantes cubanos que han podido entrar en territorio estadounidense por puntos fronterizos terrestres desde enero de 2017, lo han hecho solicitando asilo político.
Este es solo otorgado por un juez de inmigración, lo que automáticamente concede un estatus de residente legal.
Las probabilidades de que la condición de asilo sea otorgada son extremadamente bajas. El Gobierno de Estados Unidos rechazó el 60.5% de las solicitudes de asilo de inmigrantes cubanos en el año fiscal 2020.
La gran mayoría de los 86.000 cubanos que han llegado en los últimos 4 años a puntos fronterizos norteamericanos solicitando refugio por «miedo creíble» a represalias en la isla, han sido negados de ajustar su estatus migratorio, si siquiera apelando a la Ley de Ajuste Cubano (CAA).
Como su ingreso no fue validado oficialmente con un documento de admisión, conocido como «parole» (I-94), han sido retenidos en puntos migratorios y liberados luego con un grillete electrónico o con un permiso de libertad bajo supervisión (I-220A). Ninguna de estas condiciones garantiza la regulación de la situación migratoria. Se calcula que unos 15.000 cubanos vivan en este limbo legal.
5- Provisión adicional con Ley de Ajuste Cubano en manos de tribunal:
El juez de inmigración de Miami Timothy M. Cole dictó en el pasado mes de enero que cualquier inmigrante liberado por el DHS sin una orden de deportación debe ser considerado con plenos derechos de admisión en el país.
Este dictamen está pendiente de aprobación con carácter nacional por decisión de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), y a cargo del caso está la jueza Beth Bloom. Aunque ha sido asumido por otros jueces en tribunales de inmigración, no es vinculante a todos los casos.
Su sentencia fue el resultado de una demanda entablada en el mes de septiembre de 2020 por un grupo de abogados de Miami contra el Secretario del DHS, Alejandro Mayorkas. Reclama que este organismo y su Oficina de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) admita formalmente al I-220A como un documento de admisión para procesar la residencia permanente.