El Ministerio de Gobernación de Nicaragua comunicó el pasado 22 de noviembre sobre la autorización para el libre visado de todos los cubanos a su territorio, lo que causó una estampida de nacionales ante las oficinas de las compañías aéreas Copa Airlines y Conviasa (en el Centro de Negocios Miramar, La Habana) para conseguir billete de avión hacia el país centroamericano.
Una trabajadora de Copa Airlines consultada por medios de prensa independientes confirmó que esta altísima concurrencia de personas a sus oficinas es completamente inédita, y agregó que «es muy probable que la situación se comporte de forma similar durante las próximas semanas, porque la demanda es mayor que la disponibilidad de vuelos directos en el corto o mediano plazo».
Precisamente, imágenes de fuertes aglomeraciones en la sede de estas aerolíneas en La Habana colmaron las redes sociales, lo que quedó truncado este jueves por despliegues policiales y el cierre de las instituciones debido, tal vez, al quinto aniversario de la muerte de Fidel Castro.
Verónica Montoya, habanera que estuvo unas 5 horas en la cola de las oficinas para tratar de asegurar una reserva de vuelo (infructuosamente) este miércoles, aseguró que los cubanos están «desesperados por abandonar un país que cada se torna más hostil para cualquiera».
Declaró: «No escuché entre las decenas que estábamos a más de cinco personas decir que quieren coger el primer avión por algún plan comercial que implique regresar a a Cuba intentar prosperar con un negocio particular. Eso sería llamarse a engaño. Después del 11 de julio este Gobierno demostró que le pasará por arriba no solo a los opositores o a la gente de los derechos humanos, está dispuesto a mantenerse a cualquier precio, así sea encarcelando a niños y adolescentes».
Un pequeño porcentaje de los que esperaban en la cola afirmaron que pretendían obtener pasajes hasta Nicaragua para potenciar sus negocios privados.
Esta decisión nicaragüense ha llegado en medio de una crisis general sin precedentes en Cuba, que ha potenciado un flujo migratorio desesperado.
Luis Cañas, viceministro de Nicaragua, dijo que la medida respondía a «la cantidad de solicitudes de hermanos ciudadanos cubanos con familiares en Nicaragua y con el fin de promover el intercambio comercial, el turismo y la relación familiar humanitaria».
No obstante, muchos son los que piensan que Daniel Ortega ha tomado esta decisión para facilitar una válvula de escape que alivie la tensión política existente en tierra de su Gobierno aliado, lo que podría provocar una nueva crisis migratoria de cubanos hacia la frontera sur de Estados Unidos con México.
Santiago Collazo, otro de los que esperaba en la cola, invirtió todo lo que pudo en viajar desde Matanzas a La Habana para comprar un billete asequible en Copa Airlines, contando: «No voy a desistir, como si tengo que acampar tres meses aquí en La Habana, pero yo no regreso a Matanzas sin un pasaje de avión para Nicaragua o para cualquier país que no pida visado».
El cubano, quien administraba una cafetería privada hasta hace unos meses, dijo: «Todo lo que ofertaba tenía que conseguirlo en las tiendas MLC (Moneda Libremente Convertible) y, por alterar los precios para poder al menos recuperar lo invertido, me impusieron dos multas de 8.000 pesos en un mes y medio».
Collazo admitió, por primera vez, que «la situación de Cuba no tiene vuelta atrás», por lo que se niega a que sus hijos crezcan en la isla. Por eso, dijo que va a tratar de establecer un negocio en Nicaragua, y que solo regresará para llevarse consigo a su esposa y a sus hijos.
Y es que el país caribeño atraviesa su peor momento en décadas, marcado por una profunda escasez de alimentos, fármacos y otros productos básicos, y la represión política no ha hecho más que empeorar, especialmente tras las protestas civiles del 27N, 11J y 15N.
«Lo único nuevo aquí es la inmensa cantidad de cubanos que estamos gritando ‘sálvese quien pueda’ por coger un avión, porque la represión del Gobierno aumentó por las protestas. Ya en otras ocasiones Panamá y Nicaragua propiciaron la estampida de los cubanos», comentó Rosa del Carmen Toledo, licenciada en Contabilidad, cuyo esposo se convirtió en mula gracias a dicha apertura. «Ni por todo el dinero del mundo nos quedamos en Cuba. El plan es irnos los cuatro: él, nuestros dos hijos y yo», agregó.
El Servicio Nacional de Migración panameño facilitó la llamada Tarjeta de Turismo, bajo el Decreto 613 de 2018, para trabajadores privados que tuviesen carné de cuentapropista o certificado de creadores (artesanos), en aras de promover el turismo de compras de cubanos. Los candidatos debieron haber viajado anteriormente a Panamá o a un tercer país. Panamá también aprobó, ese mismo año, extender las visas de entradas múltiples por cinco años a ciudadanos cubanos y de otras cuatro naciones, por lo que miles de cubanos aprovecharon la oportunidad para viajar a comprar mercancías.
Pero las multitudes frente a las oficinas de Copa Airlines dan idea de que «resolver» un pasaje de vuelo para Nicaragua va a ser una faena ardua.
«Si no hay reservas en las próximas dos semanas, vendo la motorina y completo para un pasaje con escala, que están carísimos, más de 2.500 dólares, pero algo te aseguro, cualquier cosa va a estar mejor que este país. Me sirve hasta el Polo Norte», concluyó Zaldívar.