La Defensoría del Pueblo de Colombia informó vía Twitter este fin de semana sobre la muerte de un adolescente cubano de 14 años de edad, cuando intentaba atravesar el Tapón del Darién junto a su familia. La información precisaba que había sufrido un supuesto infarto.
Su madre, la cubana Lisandra Bravo, también falleció recientemente, pero en el naufragio de una embarcación que conectaba el poblado colombiano de Necoclí con Panamá, trasladando a un grupo de migrantes en la típica ruta centroamericana hacia Estados Unidos.
El organismo colombiano de Derechos Humanos solicitó en su publicación, una vez más, que ambos países involucrados establezcan una ruta humanitaria para regular y proveer seguridad a los voluminosos flujos migratorios que estos comparten.
Carlos Camargo, el Defensor del Pueblo, afirmó que: “Gestionamos atención y asesoría para sus familiares, y atención humanitaria. Después del naufragio solicitamos la ruta humanitaria a los gobiernos de #Panamá y #Colombia, establecer una vía marítima segura que evite que la gente tenga que atravesar la selva, pero no se ha atendido la solicitud. Urge hacerlo”.
El trágico acontecimiento donde murió la madre del joven migrante, también constituyó la causa de muerte de 2 haitianas, además de ser el escenario donde desaparecieron 6 personas. De ese accidente fueron rescatados 21 migrantes con vida: 18 cubanos, 1 venezolano y 2 haitianos.
Brayan, el padre del menor, y su hermana pequeña se encontraban entre los rescatados del mar.