La Cámara de Representantes de Estados Unidos, con mayoría demócrata, aprobó este miércoles una iniciativa en apoyo a quienes salieron a las calles en Cuba el pasado 11 de julio, las mayores protestas antigubernamentales en la isla en seis décadas.
Con el apoyo de 382 legisladores y el rechazo de 40, la iniciativa fue aprobada por la cámara baja. Ahora irá al Senado y luego a la Casa Blanca, donde el presidente estadounidense Joe Biden tendrá que firmar la legislación.
La ley revela la «solidaridad» de Washington con los cubanos detenidos el 11 de julio. Condena las «medidas represivas» del gobierno cubano y pide la «liberación inmediata» de los detenidos «arbitrariamente» durante las protestas.
El plan fue promovido por la legisladora demócrata Debbie Wasserman-Schultz y recibió el apoyo republicano de Mario Díaz-Ballart, ambos representantes del estado de Florida.
“Mire de cerca a los que están en el lado equivocado de la historia. Estos miembros votaron en contra de la resolución bipartidista que condena la represión de la tiranía cubana y se solidarizaron con el valiente pueblo cubano que exigió la independencia. Se trata de la cuestión de los derechos humanos básicos y la democracia ”, escribió Díaz-Balart en Twitter.
Take a good look at those standing on the wrong side of history.
These Members voted against a bipartisan resolution condemning the #Cuban tyranny's oppression & vowing solidarity with the brave Cuban people demanding freedom. This is a matter of basic human rights & democracy. pic.twitter.com/HzDI3bYaYn— Mario Díaz-Balart (@MarioDB) November 3, 2021
El legislador acudió con su publicación con una lista de 40 delegados que votaron en contra de la resolución. Estos incluyen a la política Alexandria Occasio-Cortes de ascendencia puertorriqueña.
El 11 de julio, decenas de miles de cubanos salieron a las calles exigiendo mayor libertad y cambio político, con cientos de presos protestando y exigiendo más de 20 años de prisión y algunos condenados.
Para el próximo 15 de noviembre, la sociedad civil independiente convocó a una marcha cívica por el cambio de escenario, pero el régimen se negó a aceptarla y amenazó con acusar y procesar a los organizadores y a aquellos que decidan sumarse.
Ante estas amenazas, Washington ha advertido de represalias contra el Gobierno, ya que aseguraron pueden imponer sanciones si se violan los “derechos fundamentales” del pueblo cubano o se procesa a quienes incitan a la oposición.
