Díaz-Canel acusa a Estados Unidos de intentar «subvertir el orden interno» de la isla a través de su Embajada en La Habana.

Julio César

Díaz-Canel dice que Cuba es una "rara dictadura" que no reprime a su pueblo ni a su oposición

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha acusado a Estados Unidos de intentar «subvertir el orden interno» de la isla a través de su Embajada en La Habana.

En contraste, el mandatario ha defendido durante una conferencia del Partido Comunista que el papel de Cuba en Washington cumple una labor «política y diplomática a favor de las relaciones bilaterales» y dirigida a «mostrar la verdad» de la «realidad» que se vive en la isla.

En esta línea, ha remarcado que la Embajada cubana en Estados Unidos busca «contrarrestar las calumnias contra Cuba» y que «puede afirmarse categóricamente que no ha habido nunca actividad ilegal alguna dirigida a socavar las bases políticas legales o constitucionales» estadounidenses.

Asimismo, Díaz-Canel ha criticado a la Administración del presidente Joe Biden por emitir «a diario» a través de sus plataformas de comunicación «pronunciamientos ofensivos que constituyen entrometimientos abiertos en los asuntos internos» cubanos.

“Como reflejo del actual escenario bilateral en las relaciones con EEUU, la embajada de ese país en Cuba viene desempeñando un activo papel en los esfuerzos por subvertir el orden interno en nuestro país. Esta conducta no es nueva, siempre ha estado presente de un modo u otro desde que se establecieron las secciones de intereses en 1977”, dijo Díaz-Canel.

«Se trata de un comportamiento provocador, ajeno a lo que debe ser la conducta de una misión diplomática y en total violación con la Conversación de Viena sobre Relaciones Diplomáticas», ha dicho el presidente cubano.

En la misma línea, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha catalogado este supuesto comportamiento como «provocador y violatorio» de los acuerdos internacionales.

Finalmente, Díaz-Canel ha aseverado que el Gobierno de Cuba no se quedará «de brazos cruzados», pues tiene «la determinación de enfrentar la labor subversiva y agresiva» de la representación diplomática estadounidense.