El popular cantante Yotuel Romero, ex componente de la agrupación Orishas, declaró que piensa hacerse próximamente con nada más y nada menos que el equipo de béisbol cubano más exitoso de todos los tiempos, Industriales, siguiendo el anuncio de las autoridades deportivas de la isla sobre una apertura interna a la propiedad y la gestión privada.
El ahora reconocido líder opositor cubano, intérprete del tema «Patria y Vida», manifestó rápidamente su deseo por adquirir los derechos del equipo de pelota capitalino, pues siempre se ha posicionado como su férreo admirador de entre los miembros de la Serie Nacional.
Desde su página oficial de Facebook, el músico aseguró que comprar y manejar empresarialmente al representativo habanero «es un sueño» para él y que «Dios me dará la oportunidad en el 2022».
Prosiguió afirmando que bajo su mando, Industriales convertirá a la pelota cubana en una «tendencia a nivel mundial», para lo que cuestionó emocionado: «¿Se imaginan a los artistas comprando equipos de pelota en Cuba? Todo es posible mi gente. ¿Qué artista compraría al equipo de Santiago de Cuba?».
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En efecto, la Dirección Nacional del Béisbol de la isla informó este jueves desde la provincia de Camagüey que pretende ceder (dígase vender) algunas instalaciones y academias deportivas del país al sector privado, pues las pequeñas y medianas empresas (mipymes) comenzarán a tener participación activa en la gestión organizacional de dichas, además de que los patrocinadores podrán finalmente tener protagonismo en múltiples espacios o eventos de corte deportivo (como la propia Serie Nacional).
El motivo de esta decisión recae en la incapacidad del Estado cubano para mantener estas instalaciones en buenas condiciones.
Sin embargo, todo cubano sabe que de la teoría a la práctica hay un trecho muy grande y en el que muchas cosas pueden suceder, por lo que es prudente no confiarse demasiado. Ejecutar las medidas podría significar todo un reto (tanto para el Estado como para los particulares), pero las formas y las normas que se dicten para la materialización de los proyectos seguro dejarán mucho que desear.
Pensar que la liga de béisbol cubana, con el autorizo para la compra de equipos o franquicias, se convertirá en un futuro cercano en la extensión de lo que fue antes de 1961 sería muy poco realista.
No obstante, este anuncio podría suponer la solución a muchas problemáticas que el deporte cubano vive actualmente.
Además, también es iluso considerar que las cuestiones políticas no intercederán en los permisos sobre quiénes podrán liderar un proyecto así y quiénes no.
En su concepción de liga y estadios, Cuba tuvo béisbol profesional desde la última década del siglo XIX y hasta inicios de 1961, cuando se abolió todo lo relacionado con el deporte rentado.
El recientemente nombrado Comisionado Nacional de la disciplina, Juan Reinaldo Pérez, comentó la víspera que el Estadio Latinoamericano sería el primero en ofertarse para la inversión de particulares (cooperativas no agropecuarias), lo que también sucederá con otros similares a lo largo y ancho de todo el país. Se desconoce aún las facultades que tendrán las cooperativas, y hasta dónde existirá autonomía económica y en general.
De ser posible, por remoto que parezca, Yotuel tendría muchos competidores con más dinero y no marcados por el Gobierno cubano como el autor de «Patria y Vida».