En respuesta a la Marcha Cívica por el Cambio organizada por activistas y opositores cubanos para el próximo 15 de noviembre, las autoridades cubanas han convocado a la sociedad civil de la isla a participar en actos de reafirmación revolucionaria.
Los principales promotores de la iniciativa, miembros de la plataforma Archipiélago, ratificó su disposición a continuar con la manifestación pacífica pese a la negativa por parte del Gobierno del permiso solicitado para realizarla, por lo que el oficialismo ha decidido recurrir nuevamente a la desgastada táctica de los mítines de repudio, en lo que la muestra poblacional participante evidencia su supuesto apoyo al sistema político regente y rechaza cualquier intento de cambio.
Un vecino de la zona 166 del consejo popular de Sakenaf Caracatey, en su intento de oración sentida y motivacional, alegaba en un acto político en Santa Clara (Villa Clara) que los miembros de su CDR no aceptaban ninguna manifestación opositora porque, según él, «no es ni constitucional ni pacífica», y entonces aseguró que ellos también marcharían, «pero en contra del bloqueo» y en apoyo al Gobierno cubano.
A estos actos llega muy escaso volumen de asistentes, los que acuden con sus respectivas mascarillas sanitarias, pero sin guardar ningún tipo de distanciamiento social entre ellos.
Han acontecido otras actividades similares en parques a lo largo y ancho de la isla, donde el Gobierno ha garantizado la prestación y transportación de medios como bocinas, sistemas de audio, ornamentos, grandes banderas y fotos de líderes castristas, etc., justo cuando el país atraviesa una de sus más graves crisis económicas.
Gerardo Hernández Nordelo, ex espía y actual coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), encabezó uno de estos mítines en la ciudad de San José de Las Lajas (Mayabeque).
Sin embargo, y a pesar del entusiasmo desbocado que ha empeñado el Estado en estas ridículas presentaciones, el pueblo ha respondido a la convocatoria con apatía y desinterés.
La activista política villaclareña Saily González Velázquez reseñó desde su muro de Facebook cómo solo 2 o 3 pobladores asistieron al acto convocado por el Partido Comunista (PCC) en su localidad, por lo que el Gobierno se vio obligado a movilizar a estudiantes para mantener las apariencias.