La nueva “moda” entre los cubanos que desean emigrar hacia otras tierras es optar por la “ruta rusa”, esa que involucra viajar a Europa occidental y abrirse camino hasta llegar a España, donde las condiciones culturales y económicas para afincarse son mucho mejores.
Doniel Machado Pujol y Raydel Aparicio Bringa son 2 de los tantos cubanos que salieron de la isla hacia Moscú hace 3 semanas, aprovechando la falta de exigencias de visados y documentación en ese país. Contaron que en esa ciudad un hombre los recogió y con él llegaron a Bielorrusia.
De repente, se vieron acampando junto a miles de otros migrantes en la frontera de ese país europeo con Polonia, sobreviviendo gracias al río de las cercanías y al maíz tierno que logran encontrar entre todos los tallos helados de una tierra que aún no sufre unas temperaturas propias de su invierno.
Aseguraron estar durmiendo en los bosques abrigándose con las hojas otoñales. Ese grupo está conformado por unas 16.000 personas que están detenidas en la zona fronteriza desde el mes de agosto, según datos oficiales.
La Unión Europea ha insistido en que Lukashenko utiliza a estos migrantes como arma contra el bloque comunitario, pues este ha impuesto sanciones económicas al régimen bielorruso por reprimir violentamente a su oposición política.
Machado Pujol y su compañero de viaje han sido deportados en 2 ocasiones hacia Bilorrusia, donde han sido víctimas de severas golpizas por parte de los soldados bielorrusos encargados de la custodia fronteriza.
El migrante cubano lamentó constituir una moneda de cambio, o como calificó, “balones de fútbol”, entre Polonia y Bielorrusia, pues nadie los acepta como de su responsabilidad.
Lukashenko ha reconocido que su país constituye un trampolín para los flujos migratorio dirigidos hacia la “Europa iluminada, cálida y acogedora”, provenientes principalmente de Afganistán, Irán, Irak, Libia, Siria y Túnez.
De acuerdo con datos de la organización Ocalenie Foundation, entre los migrantes predominan iraquíes, kurdos, yemeníes, sirios, nigerianos, cameruneses, congoleños y, ahora, afganos. Kalina Czwarnog, portavoz de la misma, comentó que el Gobierno bielorruso ha causado la crisis humanitaria, asegurando que las autoridades “los ‘invitan’ a Bielorrusia diciendo que pueden cruzar la frontera de la UE desde allí. Y están dándoles una visa de siete días o un sello”.
Sin embargo, Polonia tampoco escoge protegerlos, pues la ONG alega que la Patrulla Fronteriza no procesa las solicitudes de asilo de los migrantes cuando los detiene, sino que los traslada violentamente en camionetas para deportarlos ilegalmente a Bielorrusia. El areportaje también mencionó que han sido cinco los fallecidos desde el verano a raíz de las difíciles condiciones que se dan en esta frontera, donde la corrupción prospera por parte de los oficiales y ni con esas las familias de migrantes llegan a su destino. Patryk Michalski, un periodista polaco, aseveró que poseía pruebas de que el Gobierno bielorruso se lucra con la trata de personas, aunque las evidencias no han sido corroboradas.
Polonia acusa a Putin de apoyar a Lukashenko y organizar un golpe “híbrido” para sembrar el caos en Bruselas. El viceministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz, dijo que este fenómeno “es una especie de militarización de la migración”.
La familia de Machado Pujol agregó que el cubano y sus compañeros continúan heridos y asustados, pero mantienen la esperanza de llegar a la Unión Europea.