Josefina Vidal, portavoz del régimen cubano durante el proceso de «deshielo» entre los Gobiernos de Washington y La Habana, se separó de sus funciones en la Embajada de Cuba en Canadá y anunció su regreso a la isla luego de residir por más de 4 años en dicho país.
Vidal hizo saber el pasado 28 de septiembre a través de su cuenta oficial en Twitter que iba de regreso al Caribe, agradeciendo enormemente a todas las personas que le «ofrecieron su colaboración, apoyo y amistad» durante su tiempo en Canadá, y a aquellos que hayan contribuido a la consolidación de las relaciones entre los Gobiernos y los pueblos de ambos países.
Aunque la funcionaria cubana informó sobre el fin de su misión con bombos y platillos, ninguno de los medios de comunicación oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba ha confirmado esta información.
Fue Vidal la primera recipiente de la distinción vitalicia titulada «Rango de Embajador de la República de Cuba», entregada a ella en 2018 en una ceremonia presidida por el mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Johana Tablada de la Torre, subdirectora de Estados Unidos en el MINREX, mencionó ciertas «nuevas tareas» a realizar por la diplomática cubana en un comentario a la publicación de Vidal en Twitter, aunque no las detalló.
«Muchas felicidades por hermoso y fructífero trabajo en Canadá, donde siempre les recordarán y bienvenida a Cuba. ¡Deseándoles descanso merecido y éxitos en nuevas tareas!», escribió Tablada.
Vidal lideró el Departamento de Relaciones con Estados Unidos en el MINREX durante alrededor de 12 años. En el proceso de acercamiento entre La Habana y Washington, el que desencadenó un deshielo temporal en las relaciones bilaterales en 2014, desempeñó un papel protagónico. Una vez que la administración del entonces presidente Barack Obama llegó a su fin, fue nombrada embajadora en Canadá, en julio de 2017.
La funcionaria se mostró sorprendida, en junio de este año, ante la falta de actividad acerca de las relaciones con Cuba por parte del gobierno de Joe Biden, al no haber revertido ni las medidas más severas del ex mandatario Donald Trump. La diplomática reclamó que las políticas estadounidenses están «pasando factura» a La Habana, poco antes de las manifestaciones ciudadanas del pasado 11 de julio.