Cerca de un millar de migrantes haitianos llegaron a Cuba en las últimas semanas en frágiles embarcaciones cuando iban rumbo a Estados Unidos, al tiempo que continúan los vuelos de deportación de haitianos desde Estados Unidos, México y las Bahamas.
Jean Negot Bonheur Delva, jefe de la oficina nacional de migración de Haití, dijo que también había recibido información de que Cuba tiene alrededor de 1.000 migrantes que llegaron ilegalmente a la isla con la esperanza de llegar a Estados Unidos. El gobierno cubano aún no ha dicho cuándo comenzará las repatriaciones.
Cuba informó que los migrantes haitianos comenzaron a llegar a la isla desde el 11 de septiembre en embarcaciones “precarias”.
“Desde hace varias semanas se ha incrementado el flujo de migrantes haitianos en nuestra región, con el objetivo de llegar a territorio de Estados Unidos,” dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en un comunicado. “En embarcaciones de precarias condiciones, cientos de ciudadanos haitianos intentan realizar una travesía en la que arriesgan sus vidas. En esas circunstancias, algunas embarcaciones han recalado en Cuba”.
La nota indica que los migrantes han recibido asistencia médica cuando la han necesitado y “permanecen alojados en varias instalaciones equipadas para ello”.
Las autoridades no dijeron dónde están esas instalaciones, pero mencionaron que los migrantes haitianos llegaron al centro y al este de Cuba. La nota tampoco incluye el número de migrantes haitianos que se encuentran actualmente en la isla, aunque Delva dijo que entiende que son acerca de mil.
El Ministerio dijo que estaba en contacto con el gobierno haitiano para coordinar “el regreso seguro y voluntario de las personas a su país en virtud de los compromisos internacionales en materia migratoria de los que Cuba es parte”.
Existe una creciente preocupación de que la llegada de haitianos al sureste de las Bahamas y la parte oriental de Cuba sea parte de una nueva ruta para los traficantes. Las autoridades dicen que los migrantes de la región sur de Haití devastada por el terremoto son el blando de los contrabandistas, mientras que los propios migrantes incluso buscan ingresar a Jamaica, creyendo que puede ser más fácil llegar a Florida desde allí.