Altos funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional y de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado están en Miami el miércoles para reunirse con líderes cubanos.
El encuentro tiene lugar luego del fuerte movimiento de agitación política vivido en la isla este verano, cuando miles de cubanos se manifestaron el 11 de julio para exigir el fin de la dictadura de su país.
Desde entonces, una avalancha sin precedentes de miles de emigrantes cubanos en busca de asilo en la frontera de Estados Unidos con México, ha provocado la precipitada deportación de muchos de ellos.
La semana pasada, la subsecretaria de Estado Wendy Sherman declaró a McClatchy que el objetivo de la visita es “ver cuál es el mejor camino a seguir para asegurar que hablamos con la sociedad civil y que escuchamos al propio pueblo de Cuba para intentar averiguar cuál es ese camino”.
Los funcionarios de la administración Biden también se han reunido regularmente con cubanoamericanos para discutir la política de Estados Unidos hacia Cuba y la mejor manera de apoyar el movimiento prodemocrático de la isla. El presidente Biden ha criticado abiertamente la represión de los manifestantes antigubernamentales que salieron a la calle en julio. Cientos de personas siguen en la cárcel, algunas de las cuales se enfrentan a cargos que pudieran mantenerlas en prisión durante varios años.
También se espera que el gobierno de Biden anuncie pronto una decisión sobre las remesas a Cuba, después de que un grupo de trabajo encargado de estudiar el tema ofreciera recomendaciones a la Casa Blanca a finales de agosto. Los canales oficiales de transferencia de dinero están suspendidos desde 2020, y la administración dijo que estaba examinando formas de permitir las remesas minimizando la parte retenida por el gobierno cubano.