Los que la conocen dicen que tiene la fórmula de la juventud eterna pues no aparenta la edad que tiene, pero quizás uno de los ingredientes de está receta sea el cariño que sienten miles de cubanos por ella. No importan que sean 63 o 20, lo que vale la pena es seguir teniéndola todas las semanas en la pantalla regalándonos su sonrisa.
Casi nadie conoce que en ella se dejó ir a una promesa del ballet, lo primero que le interesó y que llegó a estudiar, graduándose de Ballet Clásico nada menos que con el Vals de las flores de Coppelia. Sin embargo, hace unos años confesó que lo dejó porque ella no quería forma parte del cuerpo de baile, sino ser la protagonista, y reconoció que no tenía las fuerzas ni las condiciones para transitar con éxito por todas las categorías necesarias para lograrlo.
Quizás por eso decidió seguir adelante y el Instituto Superior de Arte le abrió sus puertas, de donde terminó por graduarse en la especialidad de Teatrología. Acabada de salir del ISA comenzó a trabajar en la Dirección de Teatro y Danza del Ministerio de Cultura, donde atendía el departamento de Divulgación y Relaciones Públicas. En ese puesto, desde una oficina, descubrió que tenía cierto poder con el don de las palabras.
Estando allí se le acercó un director de televisión necesitado de información para la sección de artes escénicas prevista como novedad en una revista dirigida a adolescentes el cual le propuso encargarse de la sección y la idea le gustó, aunque no tuviera entrenamiento como locutora.
Finalmente, el proyecto no fructificó y derivó hacia la realización de Joven Joven, un programa de buena factura, pero parecido a muchos otros. Aceptó formar parte del colectivo, aunque le quedó el deseo de haber llevado adelante aquella sección.
Durante esos años también tuvo la difícil responsabilidad de ser la jefa de prensa del Ballet Nacional de Cuba, hasta que llegó otro programa que marcaría un hito en su carrera: Contacto, el cual terminó llevándola a ser conocida por toda Cuba.
Cuando el programa salió del aire tuvo que reorientarse laboralmente dentro del Instituto Cubano de Radio y Televisión. Decidió, entonces, volver a las relaciones públicas, que siempre le habían brindado muchas satisfacciones.
Por ultimo se le abrirían las puertas del programa De tarde en casa, con el que ha vuelto a calar en los televidentes, quienes admiran y respetan su trabajo por su estilo coloquial y la diversidad de temas que aborda cada semana.
Ha tenido la suerte de hacer en cada etapa un programa televisivo diseñado para una audiencia contemporánea con ella. En Joven Joven era una muchacha, en Contacto una adulta joven y ahora está en Contra el Olvido y De Tarde en Casa, en los cuales se dirige a personas de 35 años en adelante, o sea, aquellas que tienen más o menos las mismas experiencias vitales que la conductora.
Cuando se le pregunta cómo ha llegado a los 60 sin una arruga, responde:
«Arrugas tengo y muchas, pero me di cuenta que las arrugas te pasan factura sino pagas bien las cuentas de amar, sufrir, odiar, perdonar, olvidar, rectificar, comprender, me cuido mucho de pagar esas cuentas».